La Ciudad del Compromiso se convirtió este lunes en un oasis de confeti y diversión gracias a las diez carrozas que se pasearon por las principales calles de la localidad. Todas ellas muy innovadoras y con su propio estilo hicieron vibrar a un público entregado con todas y cada una de las propuestas.
El desfile de carrozas y comparsas es uno de los actos más esperados por todos por lo que el nivel es cada vez más alto entre los participantes. Hasta la localidad llegaron un grupo de circo muy animado, la propia Heidi con todos sus acompañantes e incluso el festival de música el Row que traslado la viveza de la juventud a las calles. Por si esto no fuera poco, también tuvo presencia el Pirineo aragonés con su tan conocido festival Marchica. Los integrantes de su grupo quisieron optar por esta opción «debido al frío que hacía en la localidad en pleno mes de agosto», bromeaban. También tuvieron protagonismo las majorettes con sus mejores trajes y el grupo ochentero ‘Locomía’ que abría las calles con sus poderosos abanicos.
En una procesión tan importante no podían faltar las barbies con su característico color rosa ni tampoco un grupo de colegialas que celebraban por todo lo alto sus 65 años. Quien tampoco quiso perderse el acto fue una colonia de abejas dirigida por un magnifico apicultor.
Presidiendo las calles iban las caspolinas mayores e infantiles junto a los representantes del hogar del jubilado. Todos ellos portaban una gran sonrisa y vivían «ilusionados y de una forma diferente el acto». Por si esto no fuera poco, el desfile estuvo marcado por el ritmo de las charangas que animaban todavía más a un recorrido que duro aproximadamente dos horas.
Las fiestas de Caspe han pasado ya su ecuador, pero por delante les queda todavía muchos actos que congregan a un gran número de personas, como la retirada del chachirulo a San Roque.