Calanda acoge desde este martes a dos hermanas ucranianas que han huido de la guerra con sus cuatro hijos. Irina de 33 años y sus dos pequeños, David (5 años) y Denis (7), y Tatiana de 27 años, madre de David (4) y Katerina (8 años), llegaron a España el pasado día 30 de marzo tras abandonar la ciudad de Kiev, donde permanecen sus respectivos maridos.
Irina y Tatiana fueron alojadas con sus hijos, de manera provisional, en el centro de apoyo a la inmigración del Ayuntamiento de Valencia. Desde allí, este mismo lunes avisaron al consistorio de Calanda –que previamente se ofreció a acoger refugiados- de que llegarían a la localidad dos mujeres con sus cuatro hijos. Por el momento, los seis se hospedarán en un piso del albergue municipal que dispone de siete habitaciones, una cocina con zona de estar, un salón y varios baños. Después de Semana Santa, desde el área de Asuntos Sociales –encargada de gestionar la acogida- les ayudarán a buscar una vivienda.
Este mismo miércoles, ambas mujeres han solicitado la protección internacional en la Policía Nacional de Teruel con la ayuda de un traductor ucraniano. “Están abatidas por todo lo que han vivido y por haber tenido que dejar atrás a sus maridos. Lo más urgente era regularizar su situación en nuestro país para tranquilizarlas”, ha explicado la concejal de Educación y Bienestar Social, Gloria Simón.
La escolarización de los cuatro niños en el colegio de Calanda está prevista para después de Semana Santa, aunque esta misma semana se acercarán al centro con los pequeños para una primera toma de contacto. “Los niños están un poco asustados y desubicados con todos los viajes que han realizado en los últimos días. Les acompañaremos al colegio para que conozcan a sus compañeros, sepan cuál va a ser su clase y les faciliten el material escolar”, ha detallado Simón.
La concejal de Educación y Bienestar ya ha adelantado que si Irina y Tatiana “están a gusto en Calanda”, les intentarán buscar un empleo y les ayudarán en todo lo que necesiten “para darles un empujón y que comiencen una nueva vida en la localidad bajoaragonesa hasta que recuperen la suya en su país”. El Ayuntamiento de Calanda ofreció once plazas para la acogida de refugiados, de las que cinco todavía se encuentran disponibles. Por eso, esperan que lleguen más desplazados de la guerra en Ucrania en los próximos días.