Rubén Garrote y Luis Miguel De La Ascensión, dos profesores de los «CRA», Colegio Rural Agrupado, de Muniesa y Alacón respectivamente han pasado tres días atrapados en el colegio de Muniesa sin electricidad debido a la cantidad de nieve caída en la Comarca de Cuencas Mineras tras el paso de la borrasca «Gloria». «Estando en el mismo pueblo nos costaba llegar a la escuela», explican estos dos profesores rurales.
La decisión el pasado martes de suspender todas las rutas en la provincia de Teruel afectó directamente a las escuelas y a sus maestros que fueron alertados del cierre de las vías de comunicación el pasado lunes. Este cierre afectó en total 2.300 estudiantes, entre ellos, los que estudian en los colegios de Muniesa y Alacón.
En este último municipio, el maestro Luis Miguel De La Ascensión avisó a los padres de sus cinco alumnos e intentó sin fortuna regresar a Zaragoza. «Salí de Alacón y llegué a Muniesa casi dos horas después, y desde entonces hemos estado aquí atrapados», explica.
Ante la imposibilidad de llegar a Zaragoza, su lugar de residencia, este maestro de Alacón decidió permanecer junto a su compañero de Muniesa, Rubén Garrote, natural de Teruel. «Los vecinos me han contado que hacía años que no habían visto algo así. En Teruel también nieva pero pocas veces he visto tanta carretera cortada», comenta Garrote. Lo primero que decidieron fue hacer un camino para poder entrar a la escuela sin dificultades. «Apenas se podía acceder de la cantidad de nieve que había», asegura este profesor.
Garrote avisó a los padres de sus cuarenta alumnos de la suspensión de las clases. «De todos mis alumnos solo pudieron llegar tres, y eso que muchos viven en el pueblo», comenta. «Los ves por el pueblo y te preguntan: ¿Mañana qué? La fiesta les gusta pero en esta localidad vienen con ganas a la escuela», afirma.
Durante cerca de 72 horas ambos maestros han acudido a la escuela de Muniesa para cumplir con los servicios mínimos por si se presentaba algún alumno. «Hemos estado sin electricidad y sin alumnos; ha sido toda una experiencia», reconocen ambos. Como muchos otros maestros rurales que han visto alteradas sus clases esta semana por el temporal de nieve, Garrote y De La Ascensión reconocen que su profesión tiene mucho de vocacional. «Si no te gusta lo que haces no llevas bien que pasen cosas como estas. Siempre digo que hay que tener paciencia y por dos o tres días no va a pasar nada. También se que ellos son responsables y van a adelantar trabajo en casa», reconoce Garrote.