Noel Vallés y José Alejos, los dulzaineros de Alcañiz, se convertirán en nuevos gigantes de la ciudad
La figura de los dulzaineros de Alcañiz sigue muy viva en el imaginario colectivo. Noel Vallés y José Alejos «el Pepinero», a los que se les considera los pioneros de la recuperación de la dulzaina en Aragón, dejaron una gran huella. Por su valor humano y su importante legado. Sus actuaciones y grabaciones fueron imprescindibles para la recuperación y divulgación de canciones del patrimonio aragonés casi olvidadas. Ahora su figura se hará más grande que nunca.
El artesano Luís Cortés confecciona en su taller los gigantes de los dulzaineros por encargo de la concejalía de Cultura del Ayuntamiento de Alcañiz. Un trabajo totalmente artesanal que verá la luz próximamente. El primer acto oficial de los nuevos gigantes alcañizanos, que se sumarán al rey y a la reina, será el 5 de mayo, en el día del Voto. Días antes, como manda la tradición, serán bautizados. Vallés y Alejos, quienes tantas veces acompañaron a los gigantes, ahora formarán parte de la comparsa alcañizana. «Fueron dos personas muy queridas y que realizaron una gran labor. Qué mejor que tenerlos en el recuerdo con unos gigantes», afirma la concejal de Cultura, Berta Zapater.

Los nuevos gigantes de Alcañiz, con sus características dulzaina y tambor, van tomando forma en un taller de Aguaviva. Allí trabaja Cortés, natural de Mas de las Matas. Restaurador de profesión, es maestro gigantero por afición. Ha confeccionó los de la comparsa de su pueblo y con los años ha ido sumando más creaciones.
Hace unos días recibió la visita en su taller de los familiares de los dos dulzaineros, de la concejal de Cultura, de la también edil Ana Belén Andreu y el técnico de Festejos y Juventud, Tito Lizana; quienes comprobaron la evolución de las figuras. «Es muy difícil reproducir a una persona concreta, no es lo mismo que crear a un personaje inventado», explica.
Cortés confecciona a los dulzaineros con poliespán, un material que no pesa y que después se forra con fibra y resina. «Primero realizo un frente y un perfil. Después cojo el cuchillo y a ver si sale el angel de dentro», precisa el masino, quien da forma a un proyecto que a finales de 2011 ya originó una recogida de más de 1.100 firmas y 24 apoyos de asociaciones por parte de los «Semoleros», «Ojo no caigas» y la «La Europa del Aborigen».

Ahora solo hace falta recuperar el sonido de las dulzainas en las fiestas.
Emocionante será verlos, pero el mejor homenaje que se les podía hacer era no haber dejado morir el sonido de la dulzaina en las calles de alcañiz y tener una comparsa digna.
Bien,buen decisión. Fueron dos grandes figuras….