Un centenar de vecinos del barrio de Pescadores de Caspe celebró este sábado, después de dos años sin poder realizarlo, la festividad de la Virgen del Carmen, patrona de los marineros. La actividad principal tuvo lugar por la tarde y consistió en la celebración de la misa marinera en la ermita de San Bartolomé y San Pedro, en la procesión hasta el club náutico y en la bendición de los barcos en el Mar de Aragón. También, siguiendo la tradición, se hizo entrega de las anclas de oro.
La jornada, marcada por las altas temperaturas, se inició a primera hora de la mañana con el inicio de los bautizos a los patinentes, barcas y kayaks de todo aquel que quiso. Entrada la ya mañana, se realizaron exhibiciones de ski acuático. Ya por la tarde, a partir de las 18.00, tuvo lugar la misa marinera a cargo del párroco de Caspe, Samuel San Miguel. Tras ello, se procesionó hasta el club naútico, siempre acompañados del ritmo del grupo Goliardos.

Una vez allí, se realizó el canto Salve Marinera y se entregó las anclas de oro a Prudencio Godoy y Yolanda Lerín. Se les reconoció así su trabajo de constante colaboración con el club naútico. Llegado a este punto, en torno a las 19.00, se realizó la procesión marítima en la que el párroco, desde el interior del Mar de Aragón, fue bendiciendo a la docena de embarcaciones que navegaron por el lado de la embarcación en la que se situó a la patrona.

La jornada culminó por la noche con la celebración de una cena para los socios y vecinos y con una verbena.