Precios bajos por debajo del coste, importaciones sin ningún control sanitario y de trazabilidad, una negociación de la PAC que apunta a un recorte muy fuerte del 15% o más para los agricultores españoles, el fin de las ayudas a las «zonas con limitaciones naturales distintas a las de montaña» que afecta a 29 municipios de Teruel y la necesidad de afrontar con valentía una reforma de la PAC que cambie el escenario actual en el que solo el 0,4% de los perceptores tiene menos de 25 años y apenas un 9% de los que reciben ayudas están por debajo de los 40 años…
Son muchas las reivindicaciones del campo aragonés, que el martes volverá a sacar músculo con una gran manifestación por el centro de Zaragoza para reclamar medidas para la crisis de rentabilidad que sufre el campo y la ganadería.
A pesar de que han recibido con agrado las medidas adoptadas por el Ministerio de Agricultura, consideran que el avance es insuficiente y que «las circunstancias de los profesionales agrarios han cambiado relativamente poco».
Una tractorada recorrerá la capital en una reivindicación que lleva por nombre ‘Nos sobran los motivos. 10-M, ¿quién te dará de comer mañana?’ y se enmarca dentro de las reivindicaciones que está llevando a cabo el sector primario español en las últimas semanas. Con ella el campo aragonés vuelve a la calle después de la primera protesta del 28 de enero en Plaza y con la que, según las organizaciones aragonesas, se inició la oleada de protestas que desde hace siete semanas recorre sin descanso los territorios de todo el país.
Unas protestas con las que el sector conquistó grandes espacios de información en los medios nacionales y conversaciones que demostraron que el mensaje está calando también en el consumidor.
«Parte del problema radica en que no hay un etiquetado claro y también que no se mira el origen. Por eso es importante formar a los consumidores. Siempre que puedas comprar a gente de tu entorno de estás ayudando a ti mismo», afirma Marcos Garcés, agricultor de Bañón y coordinador estatal de Juventudes Agrarias de Coag.
Las organizaciones convocantes-UAGA, Asaja, Araga, UPA y Cooperativas Agroalimentarias– prevén la llegada de alrededor de 2.000 tractores organizados en seis columnas que vertebrarán Aragón a las que se unirán participantes que llegarán a la capital en autobuses o en sus vehículos particulares. Además de los agricultores están convocadas las cooperativas y empresas relacionadas con el campo como las de maquinaria, fertilizantes, semillas,… que cerrarán sus negocios en apoyo del sector.
Todos se unirán en el parquin sur de la Expo (al lado de la estación de Delicias) para partir unidos hacia el centro de Zaragoza y ocupar el paseo Independencia. En la plaza de Aragón se leerá el manifiesto que dará el pistoletazo de salida a una manifestación a pie que transcurrirá por la plaza de España, plaza de San Pedro Nolasco -donde se encuentra la sede de la consejería de Agricultura-, hasta la plaza del Pilar (pasando por la Delegación del Gobierno) para regresar por la calle Alfonso de nuevo hasta la plaza de España.
El Bajo Aragón Histórico estará presente con alrededor de una treintena de tractores que entrarán a Zaragoza desde la columna de El Burgo de Ebro, un número muy significativo teniendo en cuenta la larga distancia. «Esperamos que la participación sea masiva. Como dice el lema de la manifestación, nos sobran motivos para reivindicar y mostrar el hartazgo del sector», afirma el secretario provincial de UAGA en Teruel, David Andreu.
De las comarcas turolenses del Bajo Aragón a fecha de hoy partirán unos 14 tractores que podrían aumentar en número en estos días. Como la distancia hasta la capital es larga, partirán el lunes por la tarde y dejarán sus vehículos en un almacén que les han cedido en una localidad cercana a Zaragoza. Regresarán a sus casas y al día siguiente partirán a recoger sus tractores para incorporarse a la columna que partirá de Híjar (5.00 de la madrugada) pasando por Quinto (6.30), Fuentes (7.00) y se encontrará en El Burgo (7.30) con los que lleguen de la zona de Belchite (6.30). Los bajoaragoneses estarán acompañados de compañeros que partirán en coches particulares y de un autobús organizado por UAGA que saldrá a las 8.00 y en el que aún quedan plazas libres (los interesados deben llamar a la oficina de Alcañiz).
Por la ruta de la comarca Campo de Belchite entrarán los 15 ó 16 tractores confirmados por el momento de la zona de Cuencas Mineras. De allí saldrán aproximadamente sobre las 4.30 ó 5.00 de la madrugada.
El Bajo Aragón Caspe, una zona con gran tradición frutícola, también estará representado en la manifestación. Tal y como explica el responsable comarcal, Alberto Balaguer, no acudirán en tractor debido a la distancia pero los agricultores caspolinos estarán representados en Zaragoza.
La mujer en el sector
Las protestas del sector primario se producirán dos días después del Día de la Mujer, muy importante en la agricultura y cuya visibilidad va ganando enteros poco a poco. Un ejemplo de su trabajo son Concha y Antonia Molina, unas hermanas caspolinas que regentan De Molina, dedicada a la artesanía alimentaria especializada en la producción de aceitunas, encurtidos, patés, mermeladas y otras conservas vegetales. Ambas llevan en el sector desde que tienen uso de razón, y aunque se mantienen a día de hoy gracias a la evolución que han ido manteniendo, consideran que no se está viviendo el mejor momento. «Es alucinante que el precio de la oliva siga siendo el mismo de hace 20 años mientras que los costes suben», explica Concha. «Ahora hay que intentar ser el mejor, hacer el mayor número de kilos con el menor coste, y eso es lo que hacemos todos», asegura.
A las caspolinas les parecen muy necesarias todas las manifestaciones y concentraciones que se están llevando a cabo. Ellas estuvieron apoyando la movilización de enero en Zaragoza. «Echamos de menos más gente de esta zona, porque somos muchísimos, y entre Caspe y Chiprana hicimos un grupo muy pequeño», afirman.
Según las Molina, la clave del cambio, además de no seguir subiendo los precios de los productos del campo, es concienciar a los consumidores. «Ven el aceite bueno, de calidad, muy caro, y deciden comprar el más barato (sea de donde sea), y así lo que consiguen es que sus vecinos, que se dedican a eso, pierdan ventas», denuncian.
«¿No sería mejor comprar el producto que tenemos aquí, que es de primera calidad, alimentarnos con nuestras materias primas de aquí, de kilómetro cero, aunque gastemos un poco más?». Esto a su vez, explican, ayudaría a mantener los pueblos ya que, por ejemplo, el sector primario que es la base económica de territorios como el Bajo Aragón-Caspe.
«Nos sorprendemos cuando vemos en un supermercado un producto de Sri Lanka muy barato, que la gente compra, y dejan de consumir lo que es de aquí… y ya no hablamos de cuando deciden no etiquetar las cosas, y nadie sabe de dónde viene una cosa u otra, eso no lo podemos entender», critican. Además, no entienden por qué se han suprimido prácticamente todas las ayudas con las que contaba el campo, y especialmente los más jóvenes que se animan a entrar en el sector.