El arzobispo de Barcelona pidió más implicación en la lucha contra la despoblación y unión para solucionar el problema catalán
El cretense Juan José Omella, arzobispo de Barcelona, recibió este sábado, con motivo de la celebración del Día de Aragón en Teruel, la Cruz de San Jorge, la máxima distinción que concede la Diputación Provincial de Teruel (DPT).
La institución provincial designó a finales del año pasado al religioso matarrañense por ser «un turolense ilustre que siempre ha hecho gala y ha mostrado su orgullo por proceder de Teruel». El viernes por la tarde, Juan José Omella se mostró emocionado por recibir una distinción que, según afirmó, recogía «en nombre de Cretas». Recibió el galardón con humildad y gratitud y durante su discurso mostró su preocupación por uno de los grandes males de la provincia de Teruel: la despoblación.
«Tenemos que hacer todo lo posible por crear lazos que ayuden a desarrollar esta región empobrecida, pero rica en historia, cultura y personas. Voy a pedir a los políticos, y también a todos los ciudadanos, porque es un problema que nos concierne a todos, que trabajen por el desarrollo de la provincia», destacó Omella, quien también se refirió a la situación que vive Cataluña. «La Corona de Aragón ha sido un vínculo de comunión entre todos y todo lo que sea trabajar por la concordia, la paz y la unión, el respeto nos hace bien. Lo necesitamos no solo en la familia, en el trabajo en casa o en la escuela, sino también en la política. Se lo pido a los gobernantes y también la iglesia tiene que poner su granito de arena para solucionar esto».
Además de reconocer la figura del arzobispo cretense, también hubo tiempo para exigir medidas diferenciadas para favorecer al desarrollo de la provincia. Ramón Millán, presidente de la Diputación de Teruel, trasladó al Gobierno de España su reivindicación por un trato más favorable para la provincia. «Queremos reivindicar toda esa deuda histórica que entendemos tiene el Gobierno con Teruel y que parece que va tardando mucho en llegar. El día de San Jorge es el día de todos los alcaldes y es día de reivindicar y de solicitar lo que a ellos les pertenece».
Pero la reivindicación no solo se quedó ahí, Millán recordó la necesidad de cambiar la ley y permitir que los ayuntamientos puedan invertir los superávits presupuestarios en la propia ciudadanía. «Hemos hecho los deberes, tanto ayuntamientos como Diputación, y necesitamos que nos abran la vía para poder gastar lo que tenemos».
Cabe destacar que además de entregar la Cruz de San Jorge a Juan José Omella, la Diputación de Teruel también concedió al Club Deportivo Teruel una placa con la que reconoció los 75 años de historia del club.
Por Teruel el arzobispo Juan José Omella no ha hecho, hasta ahora, nada, absolutamente nada. Y como arzobispo de Barcelona, lo único que ha hecho es hacer bueno al anterior, el cardenal Sistach, de infausta memoria. Es un pastor huído, que está dejando a sus ovejas abandonadas. La Iglesia de Dios en Barcelona está casi en las catacumbas por su cobardía ante el clero independentista y por su rendición ante el poder pólítico. Un desastre. pero bueno, ahora solo le falta la medalla de Sant Jordí. Espero que se la den. La tiene, ésta sí, bien merecida.