Aguaviva pide seriedad y que no se trate de justificar una decisión ya tomada
El Gobierno Central acaba de adjudicar el estudio de soluciones para la mejora de la seguridad hidrológica de la presa de Calanda y de la protección frente a inundaciones de las localidades vecinas de Alcañiz y Castelserás. La UTE Control y geología-Seguridad de Presas tiene un año para realizar este trabajo por casi 84.000 euros.
El principal objetivo del estudio es incrementar la seguridad hidrológica de la presa calandina hasta los niveles exigidos por la normativa. Se trata de un embalse construido en el año 1982 con materiales sueltos y que es inseguro al no disponer de la capacidad de desagüe que exige la normativa vigente.
En base a algunos estudios realizados previamente por el ministerio de Medio Ambiente, se llegó a la conclusión de que existía «un grave riesgo de desbordamiento por coronación de la presa». El peligro viene dado a los caudales que llegan a la presa, que tienen dos orígenes y características diferentes.
Por un lado, están los caudales moderados procedentes del río Guadalope y por otro, los procedentes del río Bergantes, «un margen que carece de cualquier tipo de infraestructura hidráulica que permita controlar su régimen hidrológico». Durante la explotación de la presa se han vivido episodios en los que la gota fría ha puesto de manifiesto el desbordamiento de la presa.
El segundo objetivo a satisfacer es el estudio de todas aquellas medidas, tanto estructurales como no estructurales, que permitan mejorar la protección de Alcañiz y Castelserás.
Tal y como se explicaba en el pliego, se ha decidido plantear el estudio de estas dos zonas de acción de manera conjunta porque «entienden que los problemas tienen un origen común que es el régimen hidrológico de la cuenca del Guadalope, especialmente en el caso del río Bergantes».
La Confederación Hidrológica del Ebro realizó en 2011 una evaluación sobre los riesgos de inundación. En los últimos años, la CHE ha redactado varios proyectos como los del aliviadero de emergencia de la presa de Calanda y de la presa de Aguaviva para la laminación de las crecidas en el Bergantes, pero el elevado coste del primero y las alegaciones en contra del segundo, que recibió una gran contestación social, los paralizaron. La construcción de esta última infraestructura ponía en grave riesgo ambiental y social al valle del Bergantes, una zona declarada Lugar de Interés Comunitario (LIC). Los vecinos se organizaron en la plataforma «El Bergantes no se toca» y consiguieron paralizar de manera temporal el proyecto, salvando así la zona de Cananillas, catalogada como Lugar de Interés Geológico de Aragón.
Por eso, desde Aguaviva ahora reclaman que «de una vez» se realice un estudio serio y riguroso en el que se traten todas las alternativas existentes. «El anterior trataba de justificar una decisión tomada con anterioridad, el proyecto de la presa del Bergantes», comenta el alcalde de Aguaviva, Aitor Clemente. El primer edil reclama que se estudien también las alternativas no estructurales como la gestión de avenidas. «Que se actúe con previsión en caso de una crecida del río Guadalope. En la última se esperó a última hora con la presa al 90% de capacidad. Eso no es gestionar bien», precisa.
María Dolores Marco dice
A ver si lo hacen bien y dejan en paz el rio a su paso por Aguaviva