Miles de ovejas cruzan el pueblo en su camino hacia tierras más cálidas
Con el otoño llegando a su fin y el invierno a la vuelta de la esquina, La Iglesuela del Cid vuelve a lucir durante estas semanas unas de las imágenes más tradicionales en esta época del año. El paso de los ganados trashumantes vuelve a llenar las calles de esta localidad del Maestrazgo de cientos de animales que se encaminan a las tierras más cálidas para pasar un invierno tranquilo.
De esta manera, algunas de las calles más céntricas de La Iglesuela, como son Chiquica, San Pablo, Pasadera y Fuente Nueva, cuentan estos días con nuevos viandantes. Cientos y miles de ovejas pasarán por el centro urbano de la localidad durante estos días en un viaje de varios días que les llevará hasta diferentes puntos de las provincias vecinas de Castellón y Tarragona.
Las imágenes, muy llamativas para algunos y familiares para muchos otros, se repiten año tras año para los pastores que realizan la trashumancia por la denominada Ruta del Llosa, conocida por esta denominación porque el camino pasa por delante de la Ermita del mismo nombre de Villafranca del Cid. Se trata de una tradición, que en muchas ocasiones pasa de generación en generación, que conserva la cultura de los antiguos pastores y una forma antigua de la ganadería.
Del mismo modo, este trayecto tiene múltiples beneficios, tanto para los animales como para los montes por los que transitan los rebaños. Por un lado, el camino trashumante evita que los animales, en este caso las ovejas, sufran el estrés de tener que realizar este viaje en un camión; por otro, los pastores, con ayuda del ganado, limpian parte del monte y colaboran por mantener vivos las vías pecuarias que se llevan utilizando desde hace muchos y muchos años. Cabe destacar que, dependiendo del lugar de origen y destino, las rutas trashumantes pueden llegar a superar los 100 kilómetros de recorrido.
Pese a que estas imágenes se alargarán solo durante unos días, debido a que los animales deben llegar lo antes posible a los terrenos con temperaturas más suaves, el paso trashumante realizará el camino de vuelta la próxima primavera. Entonces, los rebaños, guiados por los pastores, emprenderán el retorno a las zonas altas del Maestrazgo para pasar el invierno y disfrutar de temperaturas más agradables con las que pastar en el campo.