Los vecinos del entorno de la excolegiata están hartos de las molestias que les ocasiona un grupo de jóvenes
Los vecinos del entorno de la excolegiata ya no pueden más. Los actos vandálicos no paran de sucederse en pleno centro de Alcañiz y están cansados de que el ruido de «un grupo de jóvenes» les impida descansar por las noches y de los desperfectos que ocasionan en la zona. «Todo este entorno se ha convertido en una ciudad sin ley», lamenta uno de los afectados, que no quiere dar su nombre por miedo a represalias.
Los vecinos de esta zona se quejan del «vandalismo tremendo» que se sucede día tras día en la parte trasera de la iglesia. «Lo de menos son los partidos de fútbol o las carreras con bicicleta que suelen hacer por las tardes y por la noche. Lo peor llega cuando rompen cristales y macetas de los vecinos, hacen pintadas en las fachadas de los edificios y en la iglesia o cuando hacen botellón y se dedican a fumar porros. Todo sin respetar el descanso de la gente que vive en en sus hogares», relatan.
Solo hay que darse una vuelta por la zona para ver los daños ocasionados por los vándalos. Los desperfectos en el mobiliario público destacan de forma asombrosa, incluso un banco ha sido arrancado y algunas luces del alumbrado de unas escaleras han desaparecido de forma misteriosa. Existen restos de pintadas en los edificios y la basura campa a sus anchas por el suelo. Lo que podría ser un espacio público muy agradable en el que pasar la tarde, se ha acabado convirtiendo en «un pequeño gueto» formado por jóvenes, en su mayoría menores, que se han apropiado del lugar «sin respetar» a los demás y con los que no se puede dialogar. «No te hacen caso cuando les dices las cosas y se toman todo a risa, por lo que no te puedes enfrentar a ellos», asegura uno de los vecinos resignado.
Los problemas con los gamberros se vienen sucediendo desde hace varios años, «unos cuatro o cinco», e incluso los vecinos han trasladado sus quejas al Ayuntamiento. «Nos dijeron que iban a hacer algo para intentar solucionar el problema. Hablaron de poner unas cámaras, pero de momento no han hecho nada», comenta uno de los afectados. Precisamente el martes Juan Carlos Gracia Suso, alcalde de Alcañiz, respondía sobre este asunto que «próximamente se instalarán tres cámaras» en el entorno de la excolegiata para intentar paliar los problemas. Habrá que ver cuánto tiempo tienen que esperar los vecinos para comprobar cómo las promesas se convierten en una realidad.
Las quejas no se quedan ahí, también hablan de «cierto abandono» y «falta de limpieza» en la zona trasera de la iglesia. «No es solo por nosotros, sino por los turistas que pasan por aquí. Asoman la cabeza por la esquina y se dan la vuelta y eso no deja en buen lugar a Alcañiz».