Solicitan «discriminación positiva» para que la provincia de Teruel sea atractiva y «viable económicamente»
No está nada claro que Teruel disponga de conexión a internet a máxima velocidad en un futuro cercano. De hecho, las previsiones a día de hoy no son nada halagüeñas. El Gobierno de Mariano Rajoy anunció a bombo y platillo, precisamente en Teruel a finales de marzo, el «Plan 300×100» con el que llevar «300 megabits por segundo (mbps) al 100% de núcleos de población», en palabras del propio expresidente. En realidad no queda claro que sean 300 mbps y dejaría fuera al menos a un 5% de la población, lo que implicaría un gran número de pueblos de la provincia sin servicio. Esto en el mejor de los casos: que las empresas operadoras se decidiesen a invertir en Teruel.
Cabe recordar que esta iniciativa se tradujo en el PEBA 2019-2021 (Plan de Extensión de Banda Ancha), que cuenta con 525 millones de euros de los cuales apenas 18,7 se destinarán a Aragón y 4,6 a Teruel. El PEBA funciona mediante un sistema de subvenciones dirigidas a las operadoras de internet para que estas presenten proyectos a nivel provincial; las telefónicas, como empresas que son, actuarán según la rentabilidad y aquí radica el problema para Teruel: ¿el extenso, disperso, envejecido y despoblado territorio turolense atraerá operadoras? Todo hace indicar que no, y la provincia corre el riesgo de que nadie presente ningún proyecto para mejorar la situación.
Por este motivo lo que se solicita ahora es que exista una discriminación positiva a las provincias menos pobladas (Teruel, Cuenca y Soria), tratando de convertirlas en atractivas para las grandes compañías. «Proponemos que la cuantía de la subvención en estas provincias sea más alta, de manera que se conviertan en viables económicamente para las operadoras en términos de mínima rentabilidad», explica Luis Muñoz, director de la oficina de Programas Europeos de la Diputación Provincial de Teruel.
Zonas blancas y grises
Cabe destacar que toda la provincia (incluidos Teruel capital y Alcañiz) no llega al mínimo de 30 mbps establecido por la Unión Europea, lo que hace que el Gobierno la catalogue como «zona blanca o parcialmente blanca» por ser «un espacio que no dispone de cobertura de redes de banda ancha de nueva generación ni previsiones para su dotación». El PEBA no solo se centra en las «zonas blancas», sino que también tiene en cuenta las denominadas «zonas grises», aquellas en las que sí hay 30 mbps pero no en todo el término municipal.
La inclusión de las «zonas grises» supone un agravio comparativo para provincias como Teruel, ya que abre un amplio abanico a las operadoras con lugares mucho más apetecibles en los que invertir. «Deberían priorizar las zonas blancas. En Teruel somos 135.000 personas, mientras que en cualquier barrio de una ciudad grande con mala cobertura ya hay más gente y puede ser considerado como zona gris», critica Muñoz, quien también valora que el plan en sí «se ha planteado como un negocio, no como un servicio».
Ignacio Urquizu, diputado del PSOE en el Congreso, explica que su grupo se mostró crítico por la diferencia de subvenciones entre comunidades. «Mientras en Galicia o Murcia las subvenciones a operadoras llegan prácticamente al 80% aquí son del 50%», destaca. Asimismo, el diputado socialista explica que el nuevo Gobierno tiene en mente modificar las condiciones del plan, «primando los pequeños municipios y las provincias como Teruel».
Por su parte Alberto Herrero, diputado del PP, califica el plan del Gobierno anterior como «muy positivo a todos los efectos» y solicita prudencia. «Hay que esperar a que se redacten los proyectos y salgan las licitaciones, para que a partir de ahí las operadoras puedan empezar a trabajar. Las propias empresas se han paralizado esperando el plan del Gobierno», dice.
«Es urgente que todos nos pongamos las pilas. A día de hoy Internet es un servicio mínimo, tan básico ya como el agua o la luz» | Luis Muñoz, director de la Oficina de Programas Europeos de DPT
15 de septiembre, fecha límite
El Ministerio de Energía, Turismo y Agenda Digital ha publicado la primera convocatoria, que marca el 15 de septiembre como último día para realizar cualquier aportación. Por ello, se antoja clave que las entidades de la provincia hagan llegar cuanto antes sus solicitudes para intentar asegurar que Teruel sea rentable para las operadoras. «Es urgente que todos nos pongamos las pilas. A día de hoy Internet es un servicio mínimo, tan básico ya como el agua o la luz, y hay que machacar este tema porque es un objetivo alcanzable. Ayuntamientos, asociaciones de vecinos, CEOE, CEPYME, UAGA, UPA… Todos deberíamos hacer aportaciones», insiste el director de la Oficina de Programas Europeos de DPT.
La DPT renunció a su plan
Merece la pena recordar que antes del anuncio de Mariano Rajoy Teruel contaba con su propio plan, el «Todos banda ancha 2020». Este proyecto pretendía subvencionar la creación de infraestructuras para que 106 núcleos de población tuvieran acceso a, al menos, los 30 mbps que marca Europa. El plan contaba con el dinero necesario (4 millones de euros) y estaba cofinanciado al 50% por DPT y fondos Feder. Sin embargo, cuando se hizo el anuncio del 300×100 la Diputación renunció al Todos 2020 y sumó su parte de financiación (dos millones de euros) al plan estatal «con la condición de que revertieran directamente en ampliar el presupuesto para la provincia de Teruel y los 106 núcleos de más difícil acceso». José Ramón Morro, subdelegado del Gobierno en Teruel, se refirió al futuro de la banda ancha y del PEBA en este sentido. «Desde el Gobierno no solo habría que impulsar este plan, sino que se debería ampliar al mismo tiempo sin renunciar a programas de DGA como hizo DPT», explicó.
«En verano, cuando viene más gente, es imposible conectarse a Internet. Tienes que salir del pueblo para poder hacer algo. Si realmente quieren que venga gente a trabajar a la zona deben mejorar un poco los servicios» | Noelia Porrua, vecina de Cuevas de Cañart
Situación impensable en pleno s.XXI
Algunos puntos de la provincia de Teruel sufren especialmente la falta de conexión a la red provocada por la orografía del terreno y las pobres infraestructuras. Es el caso de los municipios más pequeños, donde sus ciudadanos se sienten desplazados por no contar con un servicio imprescindible en los tiempos que corren. Noelia Porrua, vecina de Cuevas de Cañart, denuncia lo evidente en pleno siglo XXI: que los problemas de conexión a Internet complican la vida y aíslan al municipio, algo impensable en grandes capitales. «En verano, cuando viene más gente, es imposible conectarse a Internet. Tienes que salir del pueblo para poder hacer algo. Si realmente quieren que venga gente a trabajar a la zona deben mejorar un poco los servicios», critica.
No solo esperamos la banda ancha , desde Luco de Bordon ya nos conformaríamos con una suficiente cobertura telefónica . Literalmente se tiene que salir de casa para hablar por teléfono . Siglo XXI