Tras tomar la decisión de derribo de un total de once viviendas de una misma manzana, el Ayuntamiento de Albalate se encuentra a la espera de financiación para poder iniciar los trabajos. El proyecto ha pasado a manos de una empresa privada -MMT Arquitectos- ante la complejidad que entrañan los trabajos.
La situación en la zona del Cantón Curto continúa sin resolverse ante la gran envergadura de la actuación, que ha obligado al Ayuntamiento a mantener reuniones con todos los propietarios. Lo que parece claro es que se accederá a las viviendas afectadas desde un aparcamiento privado con salida a la calle Las Losas tras llegar a un acuerdo con el dueño. Este lugar servirá también para almacenar el material de obra, solucionándose así uno de los muchos problemas que entrama esta actuación, y que van desde la estrechez de la zona hasta la estabilidad de un suelo minado de bodegas, pasando también por la posibilidad de encontrar restos de la época judía y, por supuesto, encontrar la financiación necesaria.
Es precisamente esta última cuestión la que preocupa especialmente. El presupuesto municipal para derribos cuenta con unos 40.000 euros, mientras que la actuación prevista duplica esta cifra, lo que hace inviable que se acometa con fondos propios.
Desde el Ayuntamiento han enviado informes tanto a la Diputación de Teruel como a la Subdelegación del Gobierno, pero todavía no se han reunido con ellos. Sí lo han hecho con el Gobierno de Aragón. «Tuvimos una reunión con el departamento de Vivienda y nos dijeron que en principio no podían ofrecernos financiación para esta primera fase aunque sí para la siguiente, la de rehabilitación, y que nos pondríamos a trabajar para incluir a Albalate en un ARRU», explicó Isabel Arnas, la alcaldesa. Desde este departamento se pusieron en contacto con Presidencia de DGA e informaron a la primer edil de que sí habrá una línea de financiación por parte de Presidencia. No obstante, todavía se encuentran a la espera de más información. «Según me contó, todavía no estaban determinadas las bases pero sí iban a tener en cuenta tanto esta situación como otras muchas que provocó la borrasca », aseguró.
Diferentes propietarios
Otro de los problemas es la propiedad de los inmuebles. Los dueños de las viviendas en peor estado o no responden de estos bienes o se han desentendido de ellos, lo que hace que a efectos prácticos el Ayuntamiento los asuma como propios. También han llegado a un acuerdo con otros vecinos: el consistorio lleva a cabo el derribo a cambio de que ellos pierdan la propiedad. Hay otros que quieren mantener sus viviendas en pie. En este caso deberán acometer los trabajos necesario para asegurar la estabilidad, asumiendo el montante económico que pueda conllevar.
Con esta casuística, gran parte de la manzana pasaría a ser municipal. No obstante, como la zona está declarada Conjunto Histórico Artístico, se deberían mantener «líneas y volúmenes», acotando mucho el desarrollo futuro del enclave.
Ramón Millán, alcalde de Castellote, tome usted nota de lo que es ser útil para el pueblo. Desde 1-11-2018 en Luco de Bordón, todavía hay restos peligrosos para personas y casas colindantes de dos derrumbes. Pero usted tranquilo no pasa nada es mas de lo mismo, desprecio absoluto
No hagas caso Ramon solo buscan provocar.