Juan Carlos Mampel (Mas de las Matas, 1972) apostó por su pueblo para poner en marcha su estudio de grabación profesional. Grabar un disco en Masterlogic es un sueño cumplido para muchas formaciones de la provincia y más allá. Hace 20 años abrió las puertas de un lugar en el que teje la magia de la música. Es el trabajo en la sombra, una labor artesanal que no se ve pero es imprescindible para acentuar las sensaciones y mensajes que quieren transmitir los músicos. «El artista trae su arte pero una vez se graba y llega el trabajo de ordenador, entra en juego el arte del técnico que lo pone a disposición para ensalzar lo que quiere el músico», reflexiona. Sobre una base, cada componente va grabando sus partes y pista a pista se van montando las canciones. Este es el resumen de un trabajo laborioso y muy artesanal en el que la comunicación entre ambas partes es fundamental. Juan Carlos es músico y eso juega a favor de todos. De hecho, recoge el testigo en esta sección de Óscar Soriano, quién dijo de él que «solo con una mirada ya te entiende». Mampel ríe. «A veces creo que Óscar tiene cuatro cerebros porque lo ves grabar y sabes que su cabeza ya está pensando más allá, es un lujo trabajar con él», le devuelve.
En Masterlogic no existen las etiquetas musicales. Han pasado desde corales, rock, pop o rumba flamenco y jotas, estilo que se ha incrementado últimamente. También personas que a título individual quieren tener un recuerdo. Ahora trabaja en las mezclas de un grupo de rumba y de otro de rock de Andorra. «La variedad te hace estar muy despierto», dice. No todo es estudio. El castillo Calatravo de Alcañiz o el Monasterio del Olivar en Estercuel con la coral alcorisana han sido escenarios. La directora de la coral, Eloísa Lombarte, es su propuesta para EncontrARTE. «Mi equipo es extraíble porque hay que salir cuando quieres reflejar un sonido natural como en estos casos de música antigua», explica. La neutralidad y empatía son otras de las cualidades que se le piden a un técnico y es algo que destacan los músicos de Mampel. «En la academia teníamos dos temarios dedicados a la psicología», señala. Que el músico esté concentrado y relajado es clave para sacar lo mejor y «no es nada fácil, sobre todo lo segundo».
De formación, músico
Desde niño estudió guitarra, bandurria, piano en el Conservatorio de Teruel, solfeo, coral, saxofón tenor y un largo etcétera. Se inició con 15 años en las orquestas. Primero fue «Color», le siguió «Unión ideal» y un trío y por último, la Orquesta Camaleón con la que, «literalmente recorrimos toda España». Tocó todos los palos desde la batería hasta el bajo pasando por la voz principal. «Dábamos algunas clases en academias con cantantes de orquestas», cuenta.
Fue en los últimos tiempos de Camaleón a comienzos de los 2000 cuando maduró la idea del estudio. «En todas las orquestas hay alguien que tiene que hacer de técnico y ese era yo», sonríe. Se formó en la Escuela Audiovisual CRASH de Manresa en 1994 y ya aplicó los conocimientos a la formación. Las primeras grabaciones se hicieron en una habitación que habilitó en casa de sus padres. Ahora, el estudio es un anexo de su casa y allí, en estos días de estado de alarma y confinamiento, pasa buena parte de su tiempo. «La música nos está ayudando a muchos y yo estoy sacando trabajo adelante con estos dos grupos», dice. Lo combina con su trabajo de funcionario en la DPT ahora por teletrabajo. «La música no da para vivir y mi trabajo me da una estabilidad que me permite poder dedicarme a mi pasión», reflexiona. Poner en marcha Masterlogic, único estudio de grabación profesional en la provincia, supuso un salto cuantitativo y cualitativo y una inversión considerable para dar el servicio profesional. Detrás hay muchas horas de formación desde 1994 que sigue con seminarios, encuentros, jornadas y cursos. Su perfil de Facebook (Masterlogic Estudios) y la página web son sus ventanas al mundo. «Ya comencé a estudiar en digital y viví la explosión de los avances. Seguimos yendo a la última pero estamos más estabilizados en cuanto a innovaciones básicamente porque la calidad tecnológica ya ha superado a la capacidad auditiva humana».
El final de Camaleón y el inicio del estudio le pilló siendo alcalde del Mas, cargo que ostentó ocho años hasta 2007. «Creo que todo el mundo debería pasar al menos por una concejalía, ahí sí que se aprende sobre nuestro funcionamiento como sociedad, pero ese es otro capítulo», ríe.