Indignación y malestar en Fórnoles ante el enésimo apagón de varios días de duración que sufren los vecinos de la localidad al servicio de telefonía fija. Los abonados llevan desde el pasado día 4 sin conexión de teléfono fijo, servicio que presta la compañía Movistar, sumando así 12 días sin comunicación a través de sus terminales fijos.
La indignación es todavía mayor al no recibir ninguna respuesta y explicación por parte de la empresa telefónica, que tras múltiples incidencias similares, no ha expliaco aún cual es el problema que provoca que esta situación venga siendo recurrente en los últimos meses. Esta nueva incidencia se produce tan solo 2 meses después del registrado en septiembre que mantuvo a la localidad 9 días sin servicio. Durante todo este tiempo los vecinos de Fórnoles han soportado cortes intermitentes de varias horas. Cabe recordar que esta situación de apagones telefónicos durante más de una semana viene produciéndose en los últimos años de forma periódica. «No sabemos ya que hacer. Hemos pedido explicaciones pero nunca sabemos cual es el origen de la avería y sobre todo por qué tardan tanto en subsanarla», explicó Daniel Ferrer, alcalde de Fórnoles.
Al parecer el problema podría estar en la centralita telefónica situada en una de las calles principales de la localidad y que es visible por conservar al lado una cabina telefónica utilizada por los vecinos hasta la correcta llegada de la telefonía móvil hace pocos años. Pese a no contar con información al respecto, los vecinos dedujeron que el problema puede venir de ahí después de haber comprobado en anteriores averías que la solución llega cuando ven a técnicos de la compañía en dicho lugar.
La situación preocupa especialmente en una localidad en la que, como en buena parte del medio rural, la población se haya envejecida. Por todo ello desde el consistorio han solicitado la ayuda de la Diputación Provincial de Teruel para formalizar un escrito de protesta ante la compañía telefónica. Aseguran además que la actividad habitual del consistorio se ve condicionada por este tipo de averías.
Pero no solo preocupa la incomunicación de los vecinos de mayor edad. Desde la localidad, explicaron, están intentado atraer distintas iniciativas impulsadas por personas jóvenes como la llegada, recientemente, a la localidad de una pareja joven que ha reabierto el bar municipal. «Somos un pueblo que lucha por sobrevivir. Y cosas como esta no ayudan en absoluto a que nos quedemos los jóvenes», añadió Ferrer.
Otra de las trabas a las que se enfrentan los vecinos y desde el propio consistorio es la imposibilidad de poder hablar directamente con algún responsable de la compañía. En su lugar, cada vez que contactan con el teléfono de averías, aparece un contestador automático que asegura a los abonados que la incidencia se encuentra ya registrada y que se están utilizando «todos los medios» para resolverla. En otros momentos sin embargo los vecinos se encuentran con que el mismo contestador les notifica que la avería ya ha sido subsanada. «Es desesperante para nosotros querer contactar con la compañía y que una grabación nos diga que ya se ha resuelto el problema», añadió Ferrer.
Situación crónica
El problema viene repitiéndose ininterrumpidamente desde, por lo menos, 2016. Solo desde entonces han trascendido varios cortes en el suministro de telefonía fija, como el ocurrido en mayo de aquel año que mantuvo a la localidad 8 días sin servicio para, tan solo un mes después, volver a estar 2 días sin telefonía. En mayo de 2017 la localidad estuvo 9 días sin servicio y en 2018 fueron múltiples las incidencias registradas.