Con los permisos pertinentes y cumpliendo con todas las medidas sanitarias, ciclistas y cuerpo técnico se concentraron en los apartamentos que uno de sus patrocinadores pone a su disposición en pleno Pirineo oscense con el fin de afianzar la unión de su amplia plantilla y trabajar tácticas y aspectos grupales.
El sábado, bajo una constante lluvia que no intimidó a los jóvenes ciclistas, realizaron test específicos, de Lactato y de FTP, en dos de las ascensiones más representativas de La Jacetania, por donde la Vuelta a España ya ha pasado en alguna ocasión: el Fuerte de Rapitán y el puerto de Oroel. La jornada estuvo encabezada por Sebastián Sitko, preparador físico que guió y realizó todas las mediciones a los ciclistas, y Alberto Ara. Este entrenamiento sirvió al equipo para estrenar gran parte del material que emplearán a lo largo de la temporada 2021: las bicicletas Mendiz F11, los cascos Ges Icon-12 y los chándales que la empresa local Barri ha confeccionado.
El domingo cerraron este mini stage con un recorrido muy completo que les permitió simular una competición y los diferentes trabajos en equipo a los que se enfrentarán: puertos, carreteras ratoneras, persecuciones y lanzamiento de sprint. Los ciclistas no desaprovecharon la ocasión y ascendieron y visitaron el Monasterio de San Juan de la Peña. Posteriormente, descendieron por la vertiente sur en dirección a Bernués y Navasa, por donde los ciclistas se dividieron en pequeños grupos para realizar la técnica de los relevos y persecución de fugas o retornar al pelotón en caso de avería o caída. La jornada concluyó con una sesión de sprints realizando varios lanzamientos del corredor más rápido en caso de llegada masiva.