La Asociación Ecuestre Caballeros de San Jorge organizó el pasado domingo el XI Encuentro Hípico Ciudad de Alcañiz
El trote de más de cuarenta elegantes caballos marcó el ritmo en la capital bajoaragonesa el pasado domingo. Orgullosos jinetes desfilaron desde las once de la mañana a lo largo de la carretera de Zaragoza, la ronda Belchite y la avenida Aragón para celebrar que por fin había llegado la décimo primera edición del «Encuentro Hípico Ciudad de Alcañiz» organizado por los miembros de la Asociación Ecuestre Caballeros de San Jorge.
Apasionados del mundo equino de distintas localidades del Bajo Aragón Histórico como Híjar, Cretas, Castelserás, Alcañiz o municipios de la provincia de Zaragoza se reunieron temprano en la Feria de Muestras para dar rienda suelta a una jornada en la que los caballos fueron los protagonistas absolutos. «Estos animales son mi pasión. Es el tercer año que vengo y seguiré repitiendo ya que es un encuentro muy especial», comentó Alfonso Artigas, que viajó a Alcañiz desde Cadrete, Zaragoza.
En torno a las diez y media de la mañana, después de coger fuerzas en un almuerzo a base de huevos fritos y longaniza, los jinetes, con sus botas calzadas, comenzaron a ensillar y cepillar a los veloces caballos para que lucieran sus mejores galas durante el desfile que congeló a los alcañizanos durante el medio día. Una marcha que, después de once años, se ha instaurado como una tradición en la localidad. «Para celebrar este encuentro nos inspiramos en una costumbre de la zona de Tortosa y Mora que se llama los «Tres Tombs» y que consiste en organizar una jornada que comienza con un almuerzo, continúa con un desfile y concluye con una comida de hermandad», informó Juan Pardo, miembro de la Asociación Encuestre Caballeros de San Jorge.
El grácil vaivén del trote embelesó a pequeños y mayores, todos ellos se agolparon en las aceras de la aveni da Aragón para grabar el momento en sus dispositivos móviles y en sus retinas. Los caballistas demostraron el amor que sienten por estos animales ya que, en definitiva, el encuentro se convirtió en un día perfecto para intercambiar visiones y pasiones de la hípica. «Para mí el momento más especial es el de la comida y el almuerzo, es un instante para poder compartir conocimiento con unos y otros sobre los caballos», afirmó Ana Dobato, presidenta de la asociación organizadora del encuentro hípico. En la comida se duplicó la asistencia ya que fueron 80 las personas que disfrutaron en una jornada que concluyó con una entrega de un obsequio.
Un encuentro que hizo que Alcañiz luciera espectacular duarnte la jornada del domingo ya que, como afirmó la escritora Alice Walker,«los caballos embellecen el paisaje».