La investigación policial se centra en buscar a sus posibles cómplices en España
Norbert Feher podría pertenecer a una banda criminal a nivel europeo dedicada al tráfico ilegal de personas y a introducir terroristas en el continente. Según un informe de la Unidad de Drogas y Crimen Organizado (Udyco), perteneciente al Cuerpo Nacional de Policía, Feher formaría parte de «un grupo criminal de élite» dedicado a introducir en España terroristas islámicos procedentes del Norte de África. Una vez en España, esta banda ayudaría a los terroristas a alcanzar países como Francia o Bélgica. Según el citado informe al que ha podido acceder el diario italiano «La Repubblica», Feher habría trabajado para este grupo criminal entre otoño de 2015 y junio de 2016 como una especie de «mensajero».
El informe ha podido llegar a esta conclusión gracias a antiguos correos electrónicos y mensajes de Facebook de Feher, en los que habría conversaciones con varios marroquíes que están siendo investigados en estos momentos. Según los Carabinieri, estas conexiones de Feher se habrían geolocalizado entre Bolonia, Milán, Valencia y Málaga, pero el problema radica en que la respuesta de los magrebíes procede de España. Esta red criminal a la que pertenecería Feher se financia con el tráfico de drogas, además del suministro de documentación falsa y todo tipo de actos ilegales.
Fría declaración ante la jueza
La declaración de Igor el Ruso ante la jueza es una de cuestiones más sorprendentes que ha revelado el sumario por su frialdad al contar los hechos aunque también son muchas sus incoherencias. Tanto en la tentativa de homicidio de Albalate como en los asesinatos de José Luis Iranzo y Víctor Romero y Víctor Jesús Caballero, Feher alega que disparó prácticamente en defensa propia porque o bien le pareció bien un objeto o ruido sospechoso o, como en el caso de los guardias civiles, asegura que fueron ellos los que abrieron fuego contra él.
También sorprende bastante su afirmación de que llegó a España en bicicleta debido a que más de 2.000 kilómetros separan ambos países. Podría ser que dijera esto para encubrir a algún cómplice que le pudo ayudar en su huída porque lo que sí que admitió es que en España tuvo contacto con «conocidos». Aún se tiene que esclarecer la relación que pueda tener con otras personas en España o si pudo cometer otros delitos anteriores. Ésta es una de las cuestiones que se están investigando actualmente y que se dará a conocer cuando se desvele la parte del sumario que permanece en secreto, la relativa a las investigación del cuantioso material tecnológico que se le incautó como un portátil, teléfono móvil, tarjetas telefónicas o varias memorias.
En sus informes, la Guardia Civil señala que se tienen que realizar diferentes comprobaciones aún para confirmar «la fecha real de entrada en España, el recorrido realizado, los lugares donde haya podido permanecer y otros datos de interés que esclarezcan el verdadero motivo de la estancia en España del detenido».
Según un confidente de la policía italiana, Feher huyó de Italia en un autobús de peregrinos e incluso hay un testigo que asegura que lo vio bajar de un autocar en el aeropuerto de Madrid en julio. Una vez en España, según su versión antes de llegar al Bajo Aragón vivió trabajó en la fruta en Lleida y vivió en la provincia de Valencia. Además, explicó que disparó 17 veces a los guardias civiles, una versión que contrasta con los datos del sumario, que certifican que de las dos pistolas que portaba Feher salieron 13 disparos: seis en un arma y siete en otra.
Respecto a lo que hizo en el Bajo Aragón Histórico, le contó a la jueza que mientras sobrevivía en el monte dedicaba cuatro horas al día a leer la Biblia, pasaba el tiempo disfrutando de la naturaleza y haciendo fotos. Con ayuda de una intérprete de italiano (Italia es el país del que provenía y en el que la policía de aquel país le busca por otros dos asesinatos), Feher declaró ante la jueza, el fiscal y la defensa el 17 de diciembre.
Reveló entonces que llegó a España el 21 de septiembre de 2017, tres meses antes de los asesinatos; que nadie le ayudó a entrar en el país y que para hacerlo empleó una bicicleta desde Italia. Pero en la zona en la que cometió el triple crimen en Andorra llevaba unos «tres o cuatro días». Sin embargo, más adelante indica que fueron 10 los días en los que merodeó por la zona entre Albalate y Andorra.
Feher estaba buscado por las policías italiana y serbia, y, por tanto, Interpol había cursado una orden para su captura. Ante la jueza, manifiesta que llegó a emplear hasta 23 identidades en ocho países, entre ellas la de Igor Vaclavic, nacido el 21 de octubre de 1976 en Rusia (realmente nació el 10 de febrero de 1981 en la ciudad serbia de Subonita). Acto seguido, afirmó que su nombre «actual» es Norbert Feher.
A España «para trabajar»
Según precisa, vino a España para trabajar, lo que consiguió en una localidad de Lleida, donde se dedicó a «la fruta» y cobró en negro. También residió en los municipios de valencianos de Xirivella y Catarroja, muy cercanos a la capital del Turia. De hecho, aseguró que Valencia era el destino al que tenía pensado huir tras los asesinatos porque allí conoce a «unas personas». De hecho, tal y como ya adelantó La COMARCA, las policías locales de dos localidades cercanas, Manisses y Quart de Poblet, ya buscaban a Feher en el mes de julio, dos meses antes de cuando confesó que había llegado a España y fecha que también coincide con el chico que le vio en el aeropuerto de Madrid. Entonces la jefatura de la Policía Local de Manisses divulgó la foto de Feher en una nota de alerta para que todas las patrullas policiales extremaran las precauciones si localizaban al fugitivo debido a que identificaron en la localidad a un delincuente italiano relacionado con el serbio. La búsqueda no consiguió resultados.