La Feria de la Cerveza Artesana congregó a más de 1.000 personas el sábado en la plaza de la Constitución
No hay mejor plan para un fin de semana que quedar con los amigos y tomarse unas cervezas para desconectar después de una dura semana de trabajo. Precisamente esto fue lo que hicieron más de mil alcañizanos durante la jornada del sábado. La segunda edición de la Feria de la Cerveza Artesana, Birrañiz, volvía a las calles de la capital bajoaragonesa y ni los nubarrores impidieron que la gente se lo pasara en grande.
Alcañiz es un buen sitio para irse de cañas y así volvió a quedar demostrado este sábado en la plaza de la Constitución, lugar donde fue reubicada la fiesta por recomendaciones técnicas. A las 12.00 se abrieron las puertas de la feria y a partir de ese momento el goteo de público fue constante hasta la medianoche, cuando los barriles se quedaron secos. «La jornada está siendo pletórica, un éxito. Los cerveceros están muy contentos y la verdad es que ha venido mucha gente», destacó el concejal de Promoción Económica, Javier Lahoz.
La lluvia apareció durante varios tramos de la jornada, pero el agua no intimidó a los cientos de personas que llenaban la plaza. La música ayudó a crear un ambiente festivo idóneo, una feria perfecta para disfrutar en familia porque también había una zona de hinchables para los niños.
Los que se acercaron hasta Birrañiz pudieron disfrutar con los productos que trajeron los nueve cerveceros de Aragón hasta Alcañiz. Alrededor de 40 tipos de cerveza con los que la gente disfrutó e incluso experimentó. Bebidas muy diferentes a las que se pueden encontrar en los bares, con matices especiales que consiguen sabores únicos.
«No te sabría decir lo que caracteriza a esta cerveza. Personalmente intento que tengan un carácter propio que se pueda relacionar con alguna zona o algún pueblo del Moncayo, que es de donde vengo», explicó Luis Mateo, del Kaalibs Beer de Tarazona. «Nosotros somos productores artesanos, traemos una cerveza de calidad, que no tiene mucha graduación, y que además es ecológica», explicó Menchu Ríos, de Cervezas Borda, la única que cuenta con el sello de producto ecológico de Aragón.
Cervezas rubias, negras, más amargas, más dulces, pero todas con una característica común: el hecho de estar elaboradas por productores artesanos. David Laguarda, uno de los organizadores de Birrañiz y propietario de Populus Caspe, señaló que el sabor viene dado por el conjunto de ingredientes que tiene toda cerveza, pero cuyo elemento clave es el agua. «El sabor reside en el lúpulo, la malta, la cebada, la malta… pero diría que el agua es lo que más influye. Aunque hay que tener en cuenta que sin un buen criterio a la hora de hacer la cerveza, sería imposible sacar un buen producto». En la misma línea se explicó Rebeca Jordán, de Castel Cerveza Artesanal, para quien el agua «es fundamental». «El agua que tenemos en El Pobo es clave, tiene unas propiedades únicas que es lo que consigue ese toque especial que tiene nuestra cerveza».
Hacia una cultura cervecera
Es más que evidente que la cerveza artesanal gusta al público, tan solo hay que ver el gran número de cerveceros independientes que están saliendo en los últimos años u observar el estado que presentaban las barras del Birrañiz este sábado, siempre abarrotadas. Todo eran buenas palabras acerca de los productos que ofrecían los artesanos, cuyo objetivo a la hora de acercarse a este tipo ferias es promocionar su cerveza, aunque también acuden con la idea de «crear una cultura cervecera y conseguir que la gente sepa lo que bebe», explicó Rebeca Jordán.
Para David Laguarda la cerveza es «la bebida social por excelencia en España» y ve con muy buenos ojos el futuro de este tipo de bebidas, aunque le cuesta un poco más pensar en la idea de ganarle terreno a las marcas más comerciales y conocidas.
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