¿Qué es la agenda 2030?
Es la hoja de ruta compartida de todos los países del mundo. En 2015, las Naciones Unidas se pusieron de acuerdo para ir juntos hacia el desarrollo sostenible en los planos social, económico y ambiental. Además, no es solo compartida por los países sino que también invoca a todas las empresas, organizaciones de investigadores, a toda la sociedad civil y a todos los ciudadanos. Consta de 17 objetivos de desarrollo sostenible (ODS) indivisibles e interrrelacionados.
¿Cuál es tú papel en Aragón?
La Comisión Europea se ha tomado la Agenda 2030 como proyecto de región; el Gobierno de España, como proyecto de Estado y Aragón la ha acogido como norma rectora transversal de todas los políticas del Gobierno de Aragón. Mi labor es aplicar la agenda 2030 en todas las políticas, facilitar la monitorización y evaluar los presupuestos para cumplir los ODS, abrir la participación a todos los agentes de Aragón. También estoy para hacer comunicación, dar a concer y llamar a la acción. Por ejemplo, estamos dando formación a políticos, profesores y funcionarios para que conozcan la Agenda 2030, puedan exprimir todo su pontencial y aprovecharlo para desarrollar proyectos estratégicos de transformación del tejido socioeconómico.
También habéis estado en la COP25
Si. Con motivo de la Cumbre del Clima, hemos hecho diferentes actividades en Aragón y también en Ifema, donde planteamos un experimento con 2000 alumnos de secundaria de todo el país. Nos decían ante un micro las principales medidas para luchar contra el cambio climático.Tenemos que tener muy presente en nuestra políticas ambientales lo que opinan.
Greta Thumberg ha marcado un antes y un después.
Con el icono en que se ha convertido Greta y el movimiento Fridays for future, se ha conseguido algo sin precedentes: que las grandes movilizaciones de la historia conjunta hayan sido de jóvenes y para invocar un cuidado del medioambiente. Se esta consiguendo que todo el mundo preste atención.
¿Proyectos tangibles en el territorio?
Cuando Forestalia anuncia que va a invertir más de 2.000 millones de euros en la provincia en energías renovables, tiene que ver con una política estratégica en esta línea. Estamos ante una descarbonización necesaria de las cuencas mineras y la apuesta por las renovables nos sirve para movilizar inversiones que amortigüe la caída.
¿Estamos preparados para es descarbonización «necesaria»?
Desde luego que no. En nuestro caso, por las políticas comunitarias, se ha fijado un calendario y estamos intentando defender que la transición sea justa y que no deje nadie atrás. Si algunas empresas lo tienen en consideración y otras no, habrá que asociarse con las que sí. La propia Agenda 2030 dice que descarbonizar no sirve de nada sin un crecimiento social de los territorios.
Y volvemos a Forestalia por ejemplo, con la planta de biomasa de Andorra.
Si. Las renovables son una excelente oportunidad para Aragón. Si tenemos unos vientos que han sido plagas bíblicas para la agricultura aprovechémoslos ahora para la energía eólica. Las singularidades de cada territorio hay que preservarlas y cambiar el relato de que no sean amenazas, sino oportunidades. Es encontrar el nicho y trabajar entre todos.
¿Ha cambiado la concienciación en los últimos años?
Sin duda. Aunque los cambios no los veremos en 10 años porque son cambios culturales profundos en la mentalidad de la gente. El que no ha reclicado en su vida puede empezar pero le cuesta mucho. Lo importante es que las nuevas generaciones tienen ya en su día a día muy presente esto. También las grandes empresas, que invocan a una refundación profunda del capitalismo más dañino de que no vale solo el resultado económico sino que tiene que haber impactos sociales y compatibles con el medio ambiente.
¿Se cumplirán los objetivos?
Soy optimista. Ahora bien, habrá muchas metas e indicadores que no se cumplirán, pero eso no tiene que ser un problema. Tenemos que hacer todo lo posible, lo que estén en nuestras manos.
En España no estamos acostumbrados a pensar en el largo plazo. Cambian los gobiernos y cambian las prioridades. De hecho, hace poco tiempo estábamos frenando las renovables.
Este mensaje viene desde arriba. Todos los países se han puesto de acuerdo y eso quiere decir que hay una voluntad política de sacar del debate político la Agenda 2030. Es verdad que hay agentes y partidos que no han entendido bien esto pero la gran mayoría sí.