Platea de Verano – Castillo de Alcañiz, que cumplía 24 ediciones, finalizó el sábado con la entrega del galardón
Alcañiz entregó anoche el premio Trovador a Fernando Hurtado, director de la Compañía de Danza que lleva su nombre. El anfiteatro Pui Pinos acogió la última cita de Platea de Verano – Castillo de Alcañiz con el espectáculo Estrellados, que puso el broche final a seis actuaciones únicas. El espectáculo, basado en la danza contemporánea, versó sobre la historia de un circo abandonado cuyos miembros querían que remontase el vuelo para volverlo a reabrir. Contorsionistas, un payaso, un mago y un maestro de ceremonias se dieron cita ayer abriendo la puerta a un mundo donde todo es posible porque, como bien cantaron y bailaron los protagonistas, «si te caes, te vuelves a levantar».
El premio Trovador, un galardón diseñado y creado por la ceramista alcañizana Teresa Vicente, viene a reconocer los 17 años de Fernando Hurtado al frente de su propia compañía. Su formación se basa en la danza clásica y el jazz, aunque se especializó en la danza contemporánea. Hurtado ha actuado tanto en territorio nacional como en el plano internacional y ha viajado a países como Panamá, El Salvador, Costa Rica, Zimbabwe, China, Namibia, Nigeria, Nicaragua y Paraguay.
Fue en el Festival Castillo de Alcañiz del año 1998 cuando se instituyó el premio Trovador. De esta manera, cada año, se realiza un reconocimiento a la trayectoria y trabajo de creadores destacados en las artes escénicas y musicales. Asimismo, desde el Festival, se intenta en cada edición programar producciones de máxima novedad e interés del momento. Desde 1998, han sido galardonados artistas de la talla de Héctor Alterio (2004), María del Mar Bonet (2001), Nuria Espert (1998), Víctor Manuel (2009), Rafael Álvarez «El Brujo» (2006) o Miguel Ángel Berna (2015).
La encargada este año de hacer entrega del premio fue Berta Zapater, concejal de Cultura del Ayuntamiento de Alcañiz. La edil, acompañada por las jóvenes de Alcañiz que practican danza, subrayó la importancia de programar danza clásica, al no ser una disciplina fácil. Afirmó que la trayectoria del bailarín tenía que ser toda una inspiración para las chicas que la practican y, por esta razón, se le entregó el galardón a Hurtado.
Platea de Verano – Castillo de Alcañiz, que este año cumplía su 24 aniversario, lo celebró con un variado programa de seis actuaciones cada sábado. Comenzó el pasado 8 de julio con un concierto de jazz a cargo de Ernesto Aurignac, uno de los saxofonistas más relevantes en el plano nacional y europeo. Le acompañaron el contrabajo de Javier Callén, el piano de Antonio Mazzei y la batería de Santi Colomer.
La siguiente actuación, el 15 de julio, fue de Divinas, con su show ¡CHOCOLAT!, de música y baile situado en un contexto de la Gran Depresión de los Estados Unidos. Eloísa está debajo de un almendro, obra de Enrique Jardiel Poncela, fue la obra de teatro que ocupó el ecuador del festival y, para finalizar el mes de julio, se dio la bienvenida a CIRCO GRAN FELE, una obra plagada de ironías donde la magia y la música en directo tuvieron cabida. Por último, Alcañiz recibió la actuación de Joglars-Zenit, que centró su mirada en los medios de comunicación.