Caspe terminó sus fiestas con la procesión y ofrenda de frutos en honor a San Roque
Con el día de San Roque, que se celebró ayer, los actos religiosos fueron los más destacados en la Ciudad del Compromiso. A las 11.30 tuvo lugar la procesión en honor a San Roque, en la que Corporación Municipal, Caspolinas Mayores e Infantiles y todos los que lo desearon salieron a la calle ataviados con trajes de baturro para recordar al patrón de la localidad, pese al intenso calor que hizo que el abanico y botellines de agua fueran elementos indispensables.
En uno de los actos más solemnes de todas las fiestas, la Banda Municipal de Música de Caspe y el grupo de música tradicional del municipio fueron los encargados de poner las melodías, que acompañaron a las peanas en su recorrido y recordaron a todos el paso de la procesión.
En el tramo final de la romería, a su paso por el Ayuntamiento, se unieron los cinco gigantes para deleite de los más pequeños. Tras la llegada a la iglesia se celebró una misa en honor a San Roque y el acto terminó con la tradicional ofrenda de frutos al santo.
Por la tarde llegó el turno de los parques infantiles y gymkanas; una automovolística y motorística y un circo de gladiadores. Por la noche, ya con el fin de las fiestas a la vista, se celebró el castillo de fuegos artificiales y los últimos toros de fuego hicieron las delicias de los más osados.
Valoración muy positiva
José Manuel Jariod, teniente de alcalde, valoró las fiestas como «geniales» en un año con mucha implicación de los caspolinos y todos los visitantes. «Nunca ha habido tantísima participación de gente, de peñas y de colectivos como este año, ha sido impresionante». Resaltó como actos más multitudinarios los conciertos estrella de estas fiestas, de Loquillo y La Unión, que congregaron a 3.100 y 2.000 personas respectivamente.
Cachivaches y calzoncillada
El lunes los más valientes se lanzaron por las calles de la localidad en el descenso de cachivaches. Todo tipo de vehículos de lo más variopinto se dieron cita en uno de los actos más multitudinarios de las fiestas caspolinas: un Jeep, un tren e incluso el auténtico Batmóvil descendieron a toda velocidad y ofrecieron espectáculo a todos los asistentes.
El martes los caspolinos se quitaron la ropa en otro de los actos con más solera, la XXI Calzoncillada, donde los participantes disfrutaron de un recorrido con charanga y lucieron palmito por las calles de la localidad. Por la tarde llegó el turno del deporte, con el partido de fiestas entre el C.D. Caspe y el Real Zaragoza Juvenil, en el que los locales no pudieron premiar a su afición y cayeron derrotados con un resultado de 0-1.
Los festejos terminaron oficialmente a la una de la madrugada, con la retirada del cachirulo a San Roque a cargo de la Peña Sekta. De esta forma, Caspe puso fin a cinco días de fiesta ininterrumpida en el que hubo actos para todo tipo de públicos. Los caspolinos ya están contando los días para el inicio de las fiestas de San Roque 2018.
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