La sexta edición de Antaño volvió a reunir a un buen número de vecinos y vistantes en las calles del pueblo
Dulces y pastas tradicionales, folclore aragonés, herramientas para el trabajo en el campo y algún que otro «zarrio» son algunas de las piezas que formaron parte de Antaño, la Feria de artesanía, alimentación y antigüedades que se celebró este fin de semana en Castelserás. Los vecinos del pueblo, y otros tantos visitantes, se echaron a las calles durante el sábado y el domingo para alimentar los recuerdos que ofrecían los comerciantes y las actividades programadas.
Las reinas de las fiestas inauguraron la feria el sábado al medio día y después, la Asociación El Cachirulo amenizó una mañana muy calurosa con una ronda por las calles de Castelserás. «La verdad es que la gente acoge muy bien esta feria. Intentamos que haya actividades para todos y que los vecinos se lo puedan pasar bien», señaló Esperanza Goni, alcaldesa de la localidad.
El presidente de la Comarca del Bajo Aragón, Manuel Ponz, también acudió a la inauguración de la feria y destacó la importancia de este tipo de acontecimientos para pueblos como Castelserás. «El objetivo de estas ferias es dar vida a los pueblos y aquí se junta todo tipo de gente, ya sean niños o mayores». En la misma línea se expresó el teniente de alcalde y futuro regidor de la localidad Javier García. «Potenciamos las actividades infantiles porque así atraemos a las familias. Lo que buscamos es poner nuestro pueblo en valor, que la gente venga, nos visite y repita en años posteriores».
En los alrededores de la plaza de Castelserás, un buen número de puestos ofrecían diferentes productos a los visitantes. Desde los juguetes de segunda mano que vendían algunos chavales del pueblo, pasando por las mil y una antigüedades visibles en algunos de los stands, hasta los dulces típicos que ofrecía un grupo de amigas jubiladas del pueblo. «Nosotros tenemos los roscones típicos. Mantenemos la receta de nuestras abuelas y lo hacemos todo a mano», explicó María Teresa Vallés.
Un poco más arriba de la calle estaba Ascensión Doménech. En su puesto aparecían herramientas del campo en miniatura realizadas artesanalmente por ella y su marido. «Aquí vendemos antigüedades que tenemos por casa y algunas cosas que hacemos nosotros a mano. A la gente le gusta verlo y mucha gente nos pregunta qué son y para qué se utilizaban algunas herramientas».
Magia por la tarde y verbena nocturna
Uno de los principales objetivos de la sexta feria de Antaño era conseguir crear un fin de semana para pasar en familia. Con ese propósito, el sábado por la tarde había preparada una yincana para los más pequeños y un espectáculo de magia con el que disfrutaron niños y mayores.
A punto de llegar a la medianoche, los vecinos de Castelserás se reunieron en la plaza del pueblo para disfrutar de la actuación del Trío Davana, una verbena con la que recordar tiempos pasados y con la que bailar al ritmo de la mejor música. La actividad fue la estrella el pasado año y en esta edición volvió a movilizar a bastantes personas en el centro del pueblo.
Durante la jornada del domingo las actividades se sucedieron y el calor volvió a ser protagonista. Por la mañana El Cachirulo ofreció una nueva ronda por las calles de Castelserás y por la tarde se celebró el concurso de guiñote y varios juegos tradicionales para los más jóvenes. Para cerrar la feria, el grupo de teatro local interpretó las obras «Preludio de boda» y «Caminreal cinco minutos» en el salón de la Encomienda.