El fiscal de Menores de Teruel, Benito Soriano, visitó el miércoles Alcañiz donde se reunió con estudiantes por la mañana en el IES e impartió una charla para padres que llenó el Teatro por la tarde
¿Cuál es la principal clave en la educación de los adolescentes?
Es primordial la prevención y la educación. Hay que dedicarles tiempo, no hablar con los hijos cuando el menor ya se ha equivocado y ha podido cometer un delito.
¿Qué pautas recomienda?
Mis más de 25 años de experiencia con menores me lleva a recomendar que lo principal es educar en la autonomía y la responsabilidad, de ahí que el título de la charla sea Alas y raíces. Es primordial estar cerca de los niños desde pequeños y no esperar a que nos den la alarma desde el colegio o que nos griten y empujen en casa. Desde pequeños hay que implicarlos en la adopción de decisiones en casa y preparar las posibles consecuencias de comportamientos disociales.
Ha tenido también un encuentro con jóvenes en el IES, ¿qué inquietudes tienen los adolescentes?
Me preguntan por las nuevas tecnologías, qué puede pasar por subir fotos a Internet. También les llama la atención si consumir, vender droga o regalarla es un delito. Por mi parte he incitado a los testigos mudos de acoso a que den un paso adelante.
¿Le preocupa la violencia de género entre jóvenes?
Sí, vemos parejas de adolescentes en la que las chicas están dando un paso atrás y toleran comportamientos que a la larga se convertirán en violencia de género. Para evitar el maltrato y la humillación hay que empezar desde pequeños no tolerando esos comportamientos. Hay que denunciar.
Con la llegada de las nuevas tecnologías, ¿han cambiado los problemas de los menores?
Sí pero la juventud siempre cambia, los problemas son distintos pero al mismo tiempo los mismos: tomar decisiones y sus consecuencias. Hace años podría ser por escoger un tipo de droga o resolver sus conflictos con violencia; y ahora son otras las formas de riesgo. Las nuevas tecnologías nos están dando muchos problemas pero también dejan rastro y por tanto, es más fácil para nosotros pero al mismo tiempo más difícil para ellos. Antes un acosado se marchaba a casa y estaba tranquilo pero ahora le siguen persiguiendo por el móvil.
¿Existe un uso abusivo del móvil?
En algunos casos sí y está creando problemas en la forma de comunicarse e incluso para la salud. Es un campo en el que hay que educar mucho para evitar, por ejemplo, comentarios o publicaciones que les pueden afectar en el futuro a la hora de buscar un trabajo.
¿Perjuicios para la salud?
Un chico que pasa mucho tiempo delante del móvil o el ordenador se mueve poco y puede tener trastornos alimentarios e insomnio al estimular el cerebro. También cambia la forma de relacionarse, ¿cuántas veces vemos a un grupo de chicos en un portal buscando wifi gratis que no hablan entre ellos? Les cuesta mucho mirarte a los ojos cuando les hablas y una cosa que me llama la atención es que con las redes sociales están acostumbrados a una respuesta instantánea y lo quieren todo ya. Suben algo y a los dos minutos tienen 20 me gustas con los que se sienten algo. Cuando quieren hablar con alguien reciben una respuesta instantánea y se creen que en el resto de cuestiones de la vida también es así. Esa es su forma de comportarse en otros asuntos, como los sexuales, y eso lleva a problemas.
¿Están protegidos contra el acoso?
Sí, el problema es la detección, lo descubrimos cuando ya ha terminado. A raíz de la comisión de un delito vemos que gran parte de lo que le ocurre es que sufrió acoso y nadie se enteró.
¿Los padres deben pensárselo dos veces antes de subir una foto a las redes sociales?
Tampoco hay que ser alarmista. Es verdad que la gente puede hacer un mal uso pero tampoco se debe proteger en exceso.
¿Existe sobreprotección?
Una de las cuestiones que detectamos en Fiscalía es un exceso de protección en los hijos que lleva a hacerles muy dependientes. Incluso existen casos de universitarios que regresan de las facultades porque no saben no saben vivir sin sus padres. Hasta la matrícula se la han hecho ellos.
Por último, ¿los problemas en el medio rural son parecidos a los de las grandes ciudades?
No encontramos delitos graves, no hay delincuencia de importancia. Lo que nos llama la atención es la vergüenza para denunciar la violencia en casa o el acoso en un colegio pequeño.