El prestigioso fotógrafo documentalista Álvaro Ybarra Zavala y Endesa colaboran en el proyecto expositivo ‘El legado que Seremos’, que narra la transición energética en España de la mano de sus protagonistas y relata el proceso de descarbonización. Andorra, el final de la Central Térmica y su futuro son una de las piezas fundamentales de esta obra, en la que el autor estará trabajando hasta 2026. La iniciativa con las primeras imágenes que atestiguan el valor de este proyecto fue presentado en la sede de la compañía eléctrica el pasado jueves 11 de mayo.
Se trata de un recorrido único por la transición energética de nuestro país en el que este fotógrafo fusiona su narrativa documental con la personal e introspectiva, en un intento de dar respuesta al cambio de paradigma energético que estamos viviendo.
Endesa ha puesto a disposición de Ybarra a personas, lugares e historias que marcan la transición energética, ya que la compañía es uno de los actores que engloba todas las aristas que implica este proceso. De ser la gran empresa carbonera española, Endesa ha pasado a ser la eléctrica integrada que menos emite en España al tiempo que lidera los dos únicos procesos de transición energética justa de la Península Ibérica en Pego (Portugal) y Andorra (Teruel).
El proyecto ‘El Legado que Seremos’ lleva un año de camino recorriendo varios puntos de nuestra geografía. Las instantáneas del fotógrafo van acompañadas de historias en primera persona que acercan al espectador a la realidad retratada por el objetivo de Álvaro Ybarra Zavala, quien ha sido reconocido con numerosos premios como el World Press Photo – Joop Swart Masterclass o el Premio Fotoperiodista del año – Club internacional de la prensa.
Este recorrido fotográfico, que tiene un horizonte temporal de cinco años, va a inmortalizar nuestra historia energética sobre la base de estos puntos clave:
- El proceso de descarbonización: retrato del fin de una era marcada por esta tecnología y su sustitución por una nueva forma de energía, la renovable. Álvaro Ybarra Zavala está recorriendo los territorios históricos que vivían del carbón y su transformación, gracias a los proyectos que Endesa está desarrollando en ellos, para no dejar a nadie atrás y seguir escribiendo juntos el futuro de estas zonas. El objetivo de su cámara se ha metido en el interior de las centrales en proceso de desmantelamiento y está siguiendo de cerca la construcción de nuevos proyectos renovables y la puesta en marcha de proyectos de revitalización económica junto a socios locales.
- Los territorios: un recorrido por esa transformación energética y social en las zonas que en su día dependían del carbón. Este bloque recorre cuatro de estas zonas: As Pontes, Compostilla, Andorra y Litoral. Se trata de cuatro buques insignia de la transición energética y Álvaro Ybarra Zavala los está conociendo de primera mano a través de sus personas, viviendo con ellos la metamorfosis que están viviendo a nivel social, económico y paisajístico.
- La revolución energética: cómo esta transformación incide en la vida cotidiana, en las propias administraciones públicas y en los procesos de producción industrial. La cámara de Álvaro Ybarra Zavala muestra el desarrollo de proyectos renovables, cómo se están realizando, cómo conviven sector industrial y primario, y cómo está transformando nuestra sociedad.
- Objetivos sociales y medioambientales en la transición energética: quiere ser un recorrido por la transformación de nuestros paisajes, cómo eran, son y serán. Álvaro Ybarra Zavala quiere hablar de la transformación de nuestro entorno incluidas las propias ciudades y su concepto de consumo energético, cómo se está beneficiando ya nuestro medioambiente de la transición energética, y cómo la propia sociedad se está adaptando a ese cambio.
- Endesa y su historia: como protagonistas de esta transición energética. Desde hace casi 80 años, Endesa ha estado presente en el panorama energético nacional y ahora se ha convertido en uno de los protagonistas del proceso de transformación energética, que engloba también las relaciones entre el regulador y la eléctrica en su papel de regulada. Cómo están viviendo los empleados de la compañía este proceso de descarbonización y esa transición energética hacia las renovables es uno de los focos fundamentales del proyecto. Ellos conocen como nadie cómo se está gestando esta profunda transformación social.
La fotografía inmortaliza, es algo que no se repite, un instante. La fotografía es legado, nuestra historia, lo que vamos a dejar a las siguientes generaciones. De ahí la relevancia de este proyecto, que va a dejar constancia histórica de la revolución energética que han vivido estos territorios españoles a través de una narración transversal y completa. Durante un proceso de documentación hasta 2026 quedará un documento narrativo, gráfico y audiovisual de primer nivel. Se dará constancia de lo que se ha hecho en la época energética anterior con un claro foco documental y también se retratará cómo crecen las nuevas infraestructuras energéticas. El proyecto cuenta con un amplio protagonismo de las personas que han estado, están y estarán en este proceso, abarcando núcleos familiares intergeneracionales y en las que ellos mismos narran sus propias historias. También incluye la desaparición de infraestructuras y elementos icónicos, define lo que han representado y el legado que dejan, sin olvidar la presencia del despliegue de nuevas renovables, así como los elementos que durante los próximos años estén por venir. El objetivo final de esta iniciativa es dejar documentado el legado de Endesa en la descarbonización de España, situando a las personas en el centro y entendiéndolo como uno de los procesos más importantes que ha vivido el país.
Estas fotografías y textos son algunos de los que formarán parte del trabajo de Álvaro Ybarra en el que colabora Endesa y que retratará hasta 2026 la descarbonización de España y el proceso de transición energética. En este caso, las imágenes y relatos son un resumen de los realizados en Andorra.
Francisco, Francisco Javier y Sonia Bielsa

Sonia Bielsa, que ahora es supervisora de mantenimiento de parques eólicos, representa a la cuarta generación de su familia que trabaja en Endesa. Su bisabuelo empezó en las minas de carbón y ella es la primera que ha dado el salto las renovables. «Recuerdo la primera vez que visité la central térmica (Andorra, Teruel). Era aún una niña y cuando entré en la sala de control me impactó mucho ver todas las luces que había y en ese momento pensé: ¡qué trabajo más chulo tiene mi padre! He nacido y he crecido en Andorra y ahora mismo vivo aquí con mi familia. He estudiado en Zaragoza Ingeniería Técnica en Diseño Industrial. El primer año de carrera hice las prácticas en Endesa, en la central térmica de Andorra, en la oficina técnica, y cuatro años después ya empecé a trabajar como subjefe de turno (el mismo puesto que su padre) en el departamento de operación, que es donde llevábamos la supervisión y el control de toda la central. En julio de 2019 mi vida cambia, cuando una puerta se cierra, otra se abre y con el cierre de la central tengo la suerte de entrar a trabajar como supervisora de Operación y Mantenimiento en los nuevos parques eólicos»
El colegio de la luz y el paradigma de la inclusión

Los alumnos del Colegio de Educación Especial Gloria Fuertes y miembros de la asociación Atadi han colaborado en la construcción de la planta fotovoltaica Sedéis V, situada en el perímetro de la antigua Central Térmica de Andorra, que se encuentra en proceso de desmantelamiento para conseguir los objetivos de descarbonización que se ha fijado la compañía y el Gobierno de España.
En el marco de esta cooperación, los chicos se encargaron de ensamblar unas piezas de tornillería esenciales para la unión de los paneles fotovoltaicos que se están instalando en los terrenos del antiguo vertedero. Los usuarios reciben una asignación por su trabajo, lo que les ayuda a vivir de forma independiente. Es la culminación de un proceso de inclusión paradigmático a nivel nacional y que arranca desde hace más de 30 años en las aulas del Gloria Fuertes.
Sedéis V: del carbón a la vanguardia de las energías renovables

Manuel Ortiz trabaja con Enel Green Power en la construcción del parque fotovoltaico Sedéis V. Está sumergido al completo en el proyecto de transición justa que se está desarrollando en Andorra. La adjudicación del nudo Mudéjar por parte de Endesa, su plan de acompañamiento y el gran número de acuerdos con particulares de la zona no solo ha abierto una puerta hacia el futuro, sino que aporta esperanza a todas las familias que, como la de Manuel, han dependido del desarrollo industrial de la zona.
«Nací en 1976, en el hospital de Alcañiz, donde en la época nacían todos los niños de Andorra. Tal y como tenía planeado, durante mi último año de carrera de Ingeniería. Tras años en Puertollano con mi mujer, decidimos volver a donde siempre quise vivir, Andorra, en 2006. Primero me incorporé como Subjefe de Servicio del taller mecánico de la Central, pero en los siguientes años fui desempeñando puestos de mayor responsabilidad. Finalmente, hace poco más de dos años, cuando ya era Responsable de Mantenimiento Mecánico, nos alcanzó, como estaba previsto, la transición energética y la central ceso su actividad. Desde entonces empecé a trabajar a medio camino, colaborando en las labores del desmantelamiento de la tecnología del carbón a la vez que comenzaba a participar en proyectos tanto eólicos como fotovoltaicos con la llegada de las energías renovables, un universo en el que ya me he sumergido por completo desempeñando el papel de Representante del Promotor con Enel Green Power en la construcción de Sedéis V, el primero de los grandes proyectos renovables que Endesa tiene previsto ejecutar en la zona».
«La opinión general era que las renovables parecían sólo un parche, algo que nunca sustituiría a lo que había sido el motor de la economía local. Pero ahora, sin embargo, gracias principalmente a la adjudicación del nudo Mudéjar, su plan de acompañamiento y el gran número de acuerdos con particulares de la zona, la percepción ha cambiado considerablemente. Recientemente vemos cómo se ha pasado del escepticismo a la esperanza. Y realmente ahora sí creo que se ha abierto de nuevo una puerta hacia el futuro tanto para nosotros como para los hijos de todos los que nos queremos quedar».
«Soy hijo y nieto de minero. Mi abuelo y mi padre fueron de los miles que llegaron a Andorra en los años 50 buscando un futuro mejor para su familia».
Memoria de un legado. Pilar seguro de un presente

A través de unos ojos con arrugas profundas que han dedicado su vida al servicio del carbón, Andorra se despide de su central térmica en un día cálido y luminoso. Esta anciana ha disfrutado toda su vida de la gente y las calles que, durante décadas, su principal fuente de vida era el carbón y la central.
Su mirada desprende nostalgia por el pasado; y pena por no formar parte de un presente y un futuro que le dará una nueva vida a la región. Su corazón late con esperanza por ser recordada con cariño por su aportación al pueblo en su camino hacia nuevos retos ligados a las energías renovables.
El orgullo de esta anciana encuentra su razón de ser en el legado de trabajo, compromiso y esfuerzo que ve encarnado en los nuevos proyectos que se empiezan a desarrollar en la zona. El tiempo se detiene, mientras su querida compañera de vida, su central térmica, se desploma bajo el sol brillante de la región.
Sin lágrimas y con un reflejo de orgullo en los ojos que despiden a la central térmica, se abre un futuro lleno de oportunidades y retos, bajo la certeza de que su legado formará siempre parte del presente de la central.

Álvaro Ybarra (Bilbao, 1979)
El fotógrafo documental es considerado como uno de los mejores fotógrafos de su generación. Ha trabajado en más de 40 países en proyectos clave para publicaciones nacionales e internacionales. Ha recibido una veintena de galardones y ha publicado cinco libros. Ha fotografiado las guerras en Chechenia, Irak, Afganistán, Congo, Uganda, Colombia, Ucrania, Líbano y Darfur, el terremoto en Haití y los tsunamis en Japón e Indonesia, los movimientos sociales de América Latina las potencias emergentes del mundo como India o China, y la pandemia de Covid 19. «Este proyecto surge de una inquietud personal, la revolución industrial, que pasa desapercibida y que tiene su origen en el cambio climático. Este es un proyecto alejado del activismo. Espero que sea clave para que las nuevas generaciones puedan valorar qué se quiso hacer, qué se pudo hacer y qué nos dejaron hacer. Para mi poder narrar esto está siendo un privilegio como testigo y parte», ha opinado Ybarra.