Las ganaderías de reses bravas se encuentran en una situación prácticamente límite a causa de la crisis provocada por el Covid-19. Con gran parte de los eventos y festejos taurinos suspendidos en todo el territorio nacional, los ingresos que esperaban obtener durante la temporada se han esfumado. Y es que precisamente abril y mayo eran los meses en los que volver a arrancar su actividad, después de un duro invierno sin facturar y con muchos animales que alimentar día tras día.
Con la cancelación de las fiestas patronales y grandes encuentros taurinos desaparece también la principal fuente de ingresos de muchas explotaciones del territorio. El panorama resulta desalentador, con un 2020 en el que previsiblemente no se van a poder celebrar eventos que reúnan a muchas personas. Así pues, los ganaderos empiezan a hacer sus cuentas, que por el momento, no salen. «Ha sido un palo muy gordo para todo el sector a nivel nacional. De esto viven muchas familias y nos ha pillado de sopetón», asegura Miguel Marcuello, de la Ganadería Los Maños. Ubicada en Luesia (Zaragoza) -aunque con una fuerte vinculación a Albalate del Arzobispo- esta ganadería se dedica tanto al festejo mayor como al festejo popular. Con unos 700 animales a su cargo, el calendario para el primer semestre del año se ha quedado prácticamente vacío. «Nosotros pagamos cuatro nóminas, y a los animales hay que darles de comer todos los días, veterinarios… esto conlleva un gasto mensual muy elevado, y sin facturar ni un solo euro desde el mes de diciembre. Aguantar todo este año va a ser muy duro», explica Marcuello.
Situación similar la de la Ganadería Raúl Izquierdo Romeo, que nació hace tres años y medio y cuenta con unos 150 animales. Ubicada en Codo (Zaragoza), también tiene una gran vinculación con Albalate, localidad natal de su responsable, Raúl Izquierdo. Aseguran que la situación es «insostenible» con ingresos cero y altos costes de manutención. «En abril era la época en la que íbamos a empezar a trabajar, pero todo se ha visto truncado por la pandemia», lamenta el ganadero.
Según explican, las pérdidas, por el momento, son cuantiosas. «Nosotros teníamos vendidos ya 68 machos a nivel nacional y también en Francia. Hasta ahora me han suspendido todo lo que había para abril, mayo, junio, julio y mitad de agosto», explica Marcuello. Con el 80% de los eventos cancelados queda ahora por ver esa parte restante, aunque tampoco confían en que puede salvarse.
«¿Hasta cuándo puede durar esto? Si nos vamos al final de año y empezamos 2021 de la misma manera… es insostenible», explica Izquierdo. Apunta, además, que regentar este tipo de explotaciones es una «forma de vida». «Con mucho corazón y muchas ganas haces todo para intenta aguantarlo, pero llega un momento que… la situación es muy muy muy complicada», expresa.
También la Agrupación Defensa Sanitaria (ADS) Bovino Extensivo de Zaragoza, que engloba a 28 explotaciones de lidia, se pronunció esta misma semana al respecto. «Los ingresos por festejos populares suponen el 80% del total en este tipo de explotaciones, mientras el restante vendrá de subvenciones PAC (10-15%, según explotaciones), ventas de animales vivos (4-7%) y matadero, con sólo un 2%», explican. Precisamente esta última opción parece ser, por el momento, la única manera de reducir los altos costes de este tipo de explotaciones. Algo que los ganaderos lamentan. «No es por lo que te vayan a dar en el matadero, el kilo de carne de ganado bravo estaba a un euro, es lo que van a dejar de gastar… Habrá que mentalizarse y recortar gastos», explica Marcuello.
Por su parte, Izquierdo incide en que este tipo de animales, con una vida media de 20 años, nacen y mueren en la explotación, y que el matadero «no es ninguna solución». «Si las llevamos sería para poder mantener a otros animales», asegura.
Ayudas a las ganaderías
Es por todo ello que desde las explotaciones de reses bravas demandan a las administraciones ayudas urgentes para que el sector y las familias que dependen de él puedan salir adelante. «Solicitamos ayudas que deberían ser proporcionales al porcentaje de festejos que se suspendan, y por tanto dependerán del tiempo que se alarguen estas medidas», reclaman desde la ADS.
Desde la entidad se remiten a datos del Ministerio de Agricultura, alimentación y Pesca de 2019, para cuantificar el número de animales, que ascenderían a un total de 8.571, repartidos en 55 ganaderías activas en nuestra comunidad autónoma. Explican además que en Aragón los festejos totales del año suponen un ingreso de algo más de 2,4 millones de euros para el cómputo de los ganaderos que trabajan en la comunidad y con los que sufragan los costes de sus explotaciones.
Jezulin dice
Hola,
Antes de nada tengo que decir que no me gustan las corridas de toros pero las respeto.
Ahora que se lleven las reses a casa todos esos anti taurinos.