Los trabajadores de gestorías y asesorías son en estos días otros de los profesionales que están trabajando duro para intentar, en este caso, responder las dudas que está provocando la crisis del coronavirus. Desde la perspectiva económica, el declaración del estado de alarma ha provocado gran incertidumbre. Muchas han sido las empresas de la provincia de Teruel que han tramitado ERTEs ante la situación económica, en total unas 265.
Ante el constante flujo de información, estos profesionales tratan de encontrar las respuestas a las innumerables preguntas de las PYMES y autónomos del territorio. «No se recuerda un aluvión de trabajo semejante y tan precipitado», reconoce Amalia Villanueva, responsable de la empresa Jubierre Asesores.
El «punto de inflexión» fue la aprobación del Real Decreto del sábado 14 de marzo, por el que se establecía el estado de alarma. «Antes había incertidumbre, sobre todo vista la situación que vivía Italia, pero todo eran conjeturas», explica Villanueva. Tras esto la duda principal era qué empresas debían cerrar, pero una vez quedó clarificado saltaron nuevas preguntas: ¿qué hago? ¿qué ayudas puedo tener?
«Las directrices de todos los organismos oficiales están cambiando constantemente. Vamos día a día», explica Viallnueva. Esto dificulta su trabajo, pero también el cliente es comprensivo dadas las circunstancias. No obstante, las empresas están «muy preocupadas por la situación de sus trabajadores«. Lo cierto es que muchas asesorías y gestorías reconocen que el cambio de normativas y los criterios de interpretación de las mismas cambian día a día. Es el caso de N & V Asesores de Calaceite. «Tenemos que adaptarnos cada día a una interpretación diferente de la norma y todo ello nos dificulta mucho poder seguir avanzando», explicó Carlota Núñez, gerente de la asesoría. A los constantes cambios, añaden los gestores, que se producen cada día, se suman la multitud de consultas que reciben durante esta crisis. «Es muy difícil trabajar en estas condiciones. Cuando has avanzado, al día siguiente te han cambiado las directrices y tienes que volver a empezar. La información que recibimos cambia cada día y así es muy complicado trabajar», explicó Luis Gascón, de Gestiones Grau de Valderrobres.
Los llamados ERTEs son en realidad Expedientes de Regulación de Empleo Temporal, y se han convertido en la principal consulta. «Ha de quedar claro que un ERTE es una suspensión, no una extinción. Supone una paralización laboral entre el cliente y la empresa», explica. En la mayoría de los casos, como anuncian desde Jubierre Asesores, se espera que las empresas puedan en su gran mayoría superar la falta de liquidez y contar de nuevo con estos trabajadores. «Esperemos que la economía se reactive en el último semestre del año pero las dudas son muchísimas y la incertidumbre es terrible», concluye.
Villanueva incide en que es importante tranquilizar a las empresas y hacerles saber que también pueden contar con estos profesionales: «Estamos ahí para ayudar y aconsejar el mejor camino dentro de las posibilidades y recursos que a nosotros también nos brinda el Gobierno con esta normativa».