El colegio Gloria Fuertes de Andorra inauguró las mejoras del aula multisensorial gracias a una colaboración de Red Ganadera Caspe
David tiene cinco años y es de Valderrobres. Estudia en el colegio Gloria Fuertes de Andorra desde septiembre y, en estos dos meses, sus avances en psicomotricidad son más que evidentes, según explican sus profesores.
Padece el síndrome de Angelman -una enfermedad física acompañada de discapacidad intelectual-, y ayer fue el encargado de mostrar el aula especial con la que cuenta el centro andorrano y que ha sido mejorada gracias a una subvención de 5.000 euros de Cooperativa Ganadera Caspe. Consciente de que era el más observado de la sala, David vivió diferentes experiencias sensoriales que le permiten seguir avanzando en su formación y desarrollo así como mejorar su movilidad.
Pero David no es el único que utiliza el aula multisensorial. En el colegio, tal y como especifica la psicomotricista del centro Silvia Blasco, 25 niños se benefician de las posibilidades que ofrece esta metodología de trabajo. El aula se creó en 2002 y fue una experiencia pionera en Aragón. «Desde entonces, hemos creado todos los aspectos curriculares para trabajar en educación. Poco a poco hemos ido generando una metodología de intervención psicomotriz, unos contenidos, unos objetivos y una evaluación», determinó el impulsor del aula, secretario del centro y coordinador del centro de recursos, Alfonso Lázaro.
En la sala hay una columna de burbujas, un haz de fibras y una piscina de bolas. Gracias a la ayuda de Red Ganadera se ha instalado un videoproyector con una gran pantalla y un dispensador de olores (esto último en fase de desarrollo); y se han integrado todos los aparatos en una consola para controlarlos. La iluminación y el sonido de los diferentes espacios, que pueden modificarse en función de las necesidades de cada alumno, permite crear «atmósferas casi infinitas», detalló Lázaro.
«Sabía que iba a estar bien, pero es que está muy bien. Son unos verdaderos profesionales y lo demuestran cada año», dijo el presidente de Cooperativa Ganadera Caspe, Andrés Martín. El grupo, que lleva varios años aportando su granito de arena al Gloria Fuertes, lo seguirá haciendo en próximos cursos. «Es una labor encomiable la que realizan. Seguiremos ayudándoles en todo lo que podamos», añadió Raúl Panillo, presidente de Ganar Sociedad Cooperativa. La visita concluyó con el cuento multisensorial del Cohete Manolete, una historia de la maestra y jefa de estudios Cristina Roqueta, que sirvió para poner en funcionamiento todos los sistemas del aula y para que los que la escucharon regresaran, por unos minutos, a su infancia.
El trabajo en equipo
El equipo del aula trabaja con la empresa Optical Illusions en la plataforma Sensory up, un espacio en el que se evalúa a cada alumno de forma individual en función de sus experiencias tras los ejercicios. Juntos han desarrollado la consola y juntos esperan llevar la plataforma a otros centros para poder comparar resultados y mejorar las metodologías de aprendizaje en Educación Especial