Según UAGA, los cazadores deberían responsabilizarse e indemnizar a los agricultores
Autorizar más tipos de caza, inventar nuevas trampas e, incluso, utilizar maquinaria pesada para abrir zanjas y destruir viveros. Estas son las propuestas que realizó el Gobierno de Aragón a la Unión de Agricultores y Ganaderos de Aragón (UAGA) ayer en una reunión para tratar las posibles medidas contra los daños por la fauna en los cultivos. De esta manera y cumpliendo con la normativa de la Unión Europea, DGA pretende hacer frente a los daños que conejos, grullas, jabalíes, ciervos, cabras montesas y corzos producen en los cultivos de toda la Comunidad Autónoma. Las zonas más afectadas se sitúan en el cereal del Bajo Cinca y las Cinco Villas, en las viñas de Cariñena y en los frutales de Épila y Alfamén. No obstante, también se ven afectados pueblos de la Comarca del Maestrazgo, donde los jabalíes y los ciervos devoran el cereal sembrado y la cosecha de maíz o en las Cuencas Mineras, donde también están causando daños, entre otras zonas.
El secretario de UAGA, José Manuel Penella, afirmó tras la reunión de ayer que se debían aprovechar «todas las posibilidades que hay, hasta caza por la noche, trampeo o vallados».
El Gobierno aragonés les propuso también medidas tales como la utilización de maquinaria pesada para abrir zanjas y destruir madrigueras; el aumento de los permisos del Instituto Aragonés de Gestión Ambiental para cazar en ciertas zonas y el diseño de nuevas trampas más eficaces. «Quizás aquí el propio personal de la DGA está pensando en algún tipo de trampa sencilla. Por ejemplo, en la riberas de los ríos, hacer un vallado para que se queden encerrados los conejos y luego llevarlos a otras zonas o venderlos», aseguró Penella.
Las pólizas de seguros
Con respecto a la existencia de posibles indemnizaciones, el Gobierno aseguró que es imposible por la situación económica de la comunidad y les remitió a las compensaciones de los seguros. Según los datos facilitados por Agroseguro, en 2016 han sido 12.060 las hectáreas de diferentes cultivos afectadas por fauna. No obstante, a esta cifra hay que añadir la superficie que no está asegurada y, por lo tanto, no cuantificada.
Hasta el momento, los agricultores han podido hacer frente a estos daños a través de la suscripción a pólizas de seguro, lo que supone un coste adicional en la explotación y además, en daños reiterados, lo convierten en inútil, ya que no se hacen cargo. Desde UAGA se cree que dichas pólizas han de suscribirlas los cotos de caza y asociaciones de cazadores e indemnizar a los afectados. Además, la organización agraria considera que «es imprescindible que los cazadores se responsabilicen claramente de los daños producidos por las especies cinegéticas, y las administraciones, de los daños producidos en las áreas de influencia de infraestructuras o zonas protegidas, donde no se puede hacer control cinegético». UAGA está organizando una reunión en La Muela (Zaragoza) para aunar criterios de solución a este problema.