Entre gritos de «Viva La Fresneda» y cánticos de fiesta comienzan las patronales de la localidad con muy buen ambiente repleto de abrazos, saltos y buenos deseos para todos los fresnedinos. En la mañana de este martes nadie ha llegado seco a casa. Después de un alegre pregón por parte de los miembros de la Comisión de fiestas, no ha quedado ni una botella de gaseosa sin vaciar encima de amigos, familiares y vecinos. No obstante, de limpiar a todos los peñeros ya se han encargado otras peñas, que desde tractores con lonas llenos de agua iban remojando a todo el que se atreviera a acercarse.
La música, las risas y los gritos de alegría han sido los sonidos que han armonizado toda la jornada. A pesar del calor, se notaban las ganas que había por dar comienzo a estas fechas tan señaladas para los habitantes de La Fresneda. Todos ellos han recorrido las calles ‘A Todo Ritmo’, como indicaba la charanga, y han acabado en las piscinas municipales, donde tienen una de sus tradiciones favoritas, tirarse todos uno por uno en fila al agua.
«Creemos que se ha recuperado la esencia de las fiestas y es el momento de avanzar, continuar y superar», afirmaba emocionado Frederic Fontanet Alcina, alcalde del pueblo. «Ha sido complicado retomar todo, pero al final la Comisión e Interpeñas han trabajado de una forma excepcional y aquí tenemos la prueba hoy, una plaza llena de gente eufórica», añadía.
Sonia Roca, presidenta de Interpeñas, comentaba que a la gente joven ya le apetecía disfrutar un poco después de tanto tiempo y que ha habido mucha colaboración. «Hemos recuperado tradiciones antiguas y les hemos dado un nuevo enfoque. Lo mejor que tiene son las peñas, la gente es muy simpática y se le quiere», contaba Tatiana Llopis, presidenta de la Comisión de fiestas, entre risas mientras sus vecinos coreaban «Tati, Tati» sin parar.