La salida masiva de buscadores de setas a las sierras turolenses este otoño atraídos por la excepcional cosecha ha disparado también las actuaciones de la Guardia Civil para rescatar a recolectores extraviados en el monte. Frente a los tres rescatados de 2020 la cifra se ha disparado este año hasta 44 personas auxiliadas –las últimas cuatro, este pasado fin de semana–, 15 veces más.
Ante la proliferación de casos de recolectores que tienen que ser rescatados por la Guardia Civil, el coto micológico de la comarca del Maestrazgo se plantea la distribución con cada pase de un silbato y una linterna para alertar a los grupos de rescate en caso de extravío.
Una de las comarcas con más afluencia de aficionados a las setas, el Maestrazgo, ha vendido este año 16.800 pases para recolectar hongos y la campaña todavía no ha terminado. El presidente de la Comarca, Roberto Rabaza, estima que, aunque el ritmo de salidas al monte está en descenso, se alcanzarán los 18.000 pases. Define la presente cosecha micológica como «brutal», tanto por la abundancia como por la prolongación en el tiempo.
Rabaza admite que los rescates de la Guardia Civil han sido continuos, prácticamente diarios. El presidente comarcal explica que la situación se volvía particularmente preocupante «cuando la búsqueda se prolongaba más allá del anochecer y cuando se debía a personas mayores».
A su juicio, los aficionados a la recolección deberían ser «más responsables» al salir al campo. Ha citado el caso de una pareja de buscadores formada por una mujer de 87 años y su hijo, que además de extraviarse perdieron el contacto entre ellos.
El presidente del Maestrazgo añade que el coto comarcal se «plantea», a propuesta de la Guardia Civil, entregar en las próximas temporadas un silbato y una linterna con cada pase para facilitar la localización en caso de desorientación o accidente. Afortunadamente, todas las intervenciones en la comarca han terminado felizmente con la localización de los buscadores sanos y salvos. La mayoría de los recolectores proceden de Cataluña y la Comunidad Valenciana.
La alcaldesa de Mosqueruela, Alba Lucea, también considera «una buena idea» entregar un silbato con cada pase para recoger setas que venda el coto municipal. Señala que, aunque la tecnología ayuda cada vez más en las búsquedas gracias a los teléfonos móviles, en muchas zonas del municipio no hay cobertura y el silbato podría cubrir esa carencia.
El incidente más grave durante la campaña otoñal se produjo en Mosqueruela a finales de septiembre, cuando un hombre sufrió una caída que le provocó una fractura de cadera, lo que obligó a su evacuación a un hospital. El coto local ha batido ya el récord de pases, con 15.000 tiques vendidos. El precio, de seis euros, autoriza a recoger un máximo de 12 kilos de hongos por persona en un día.
Para evitar extraviarse recogiendo setas, la Guardia Civil recomienda salir al monte acompañado, utilizar teléfono móvil, informarse de las condiciones meteorológicas, ir bien equipado, avisar a alguien del lugar de búsqueda y la hora prevista de regreso y no alejarse mucho de las vías de comunicación.
Previamente al periodo micológico otoñal, un septuagenario de Zaragoza, Dionisio Laguarta, desapareció el pasado mayo mientras buscaba setas en Valdelinares. La operación de rastreo se prolongó durante tres días y, finalmente, su cadáver -falleció por causas naturales- fue localizado cerca del camino de las Motorritas.