Jorge Azcón es el nuevo presidente del Gobierno Aragón. Una investidura que llega gracias al apoyo de Vox mediante un acuerdo que contempla, entre otras medidas, la derogación de la Ley 14/2018 del 8 de noviembre, la Ley de Memoria Democrática de Aragón. Una ley tachada de “sectaria” e “ideológica” por quien no la apoyan, frente a los que la consideran “un impulso en la dignificación de las víctimas”. El catedrático de historia contemporánea, autor de más de veinte reconocidos libros, colaborador en medios de comunicación y natural de Valdealgorfa, Julián Casanova, valora y analiza la ley y su futura supresión.
¿Cómo va a influir la derogación de la Ley de Memoria Democrática?
Es bastante más complicado de lo que la gente cree, primero hay una ley superior del Gobierno de España, y esa ley marca también el ritmo de muchas cosas. Hay tres partes, la primera, una Ley de Memoria Histórica no solo es hacer cosas que la gente ve, hay una conexión con la enseñanza, los historiadores estamos para vigilar que el pasado no pueda borrarse, el pasado de cualquier signo. Hobsbawm decía que los historiadores somos recordadores oficiales de lo que la gente quiere olvidar. Es muy importante la educación, y es muy importante introducir el siglo XX en las aulas. Está fuera de cualquier ley, porque depende de la educación, y en la educación debemos colaborar, medios de comunicación también, pero sobre todo los profesores.
La educación, y también la financiación
Es una parte de la ley que va a influir mucho, es lo que ya aplicó Mariano Rajoy: cero euros. No hace falta hacer muchas cosas, sencillamente negar cualquier posibilidad de financiación. Un Ayuntamiento pide una exhumación porque han encontrado restos de desaparecidos o quiere hacer actividades relacionadas, desde proyectar una película o una conferencia, y no doy un euro. Ahí hay un tema importante de dignidad, la memoria histórica debería estar por encima de la política y del uso político. Hay miles de personas que no han podido rescatar a sus familiares de las cunetas, un país democrático del siglo XXI tiene que atender a eso, y ahí puede haber un bloqueo clarísimamente en negativo.
Es una ley que puede hacer muchas cosas, pero hay aspectos claves como la educación y la construcción positiva de la memoria —no la construcción negativa de borrar—, que dependerá de enseñantes y de ayuntamientos. Por ejemplo, en Alcañiz en los últimos años se han hecho muchas cosas, posiblemente ahora no se hagan, aunque hubiera una ley que lo permitiera, si el Ayuntamiento no quiere no se va a hacer. Pero lo que no puede hacer un ayuntamiento es borrar huellas del pasado, porque eso la Ley de Memoria Histórica aprobada por el Congreso de los Diputados lo va a impedir.
¿Y en cuanto a la retirada de vestigios franquistas?
Los restos de los símbolos franquistas, como recoge la normativa estatal, se puede obligar a las administraciones locales y autonómicas a que la ley se cumpla y se retiren. Otra cosa es el grado de cumplimiento, sabemos que una cosa es lo que la ley dice de papel y otra cosa es la práctica.
No se financiarán esas exhumaciones, ¿Cómo se pronuncian ante esto asociaciones memorialistas de la comunidad?
Las asociaciones, por mucho que luchen, si no tienen financiación, la parte de la dignidad a las víctimas se va a resentir. Puede haber exhumaciones o ayuntamientos pueden levantar monolitos por las víctimas de la violencia franquista cómo se ha hecho los últimos años en varias poblaciones del Bajo Aragón, pero va a ser más difícil. ¿Por qué se hace? porque el Partido Popular, al que nunca le ha gustado este tema, pero no ha actuado en contra e incluso ha aprobado avances, ahora está mediatizado por un partido que se llama Vox. Vox no quiere saber nada de esto, no solo porque tenga un cordón umbilical con el franquismo, sino porque considera que todo eso es una revisión del pasado que ellos no aceptan.
Si la administración no quiere conceder financiación, va a ser muy difícil exhumar, porque la financiación privada no existe. En otros países sí que hay una combinación de financiación privada, pagan exhumaciones porque consideran que es una obligación. Ante ello la sociedad civil tiene que responder, hay gente que está más interesada y gente que no, aquí no se obliga nada, aunque hay leyes que hay que respetar y están muy claras.
¿Qué papel tenemos ahí la población?
Esto también depende de la sociedad civil, de nosotros, de la gente que crece, que está estudiando, no depende solo de los políticos. Las sociedades se resienten de estas cosas años después, nada de esto tiene efectos inmediatos, es a largo plazo o medio donde las sociedades demuestran si están preparadas y mejor educadas o si están muy preparadas económicamente, pero la educación es un desastre.
Como dice, un aspecto muy importante es la educación, en su caso como docente, ¿Cómo puede afectar?
Como hay un desprecio por el conocimiento, con el cambio climático, con la ciencia, con vacunas, con historia, o con lo que sea, la gente cree que el historiador que está décadas investigando e indagando en archivos, lo que hace es opinar. Ese desprecio del conocimiento lleva a equiparar a una persona que opina en una tertulia o se pone un palillo y opina, con una persona que indaga, filtra esas investigaciones, que las publica en varios idiomas, que da clases en diferentes países y que además sus investigaciones están bien difundidas. Todo lo que enseñamos sale de investigaciones, sin investigación, sin archivo y sin una buena educación, no hay historia. Desde ese punto de vista, solo una dictadura impide que alguien saque a la luz con libertad el pasado, otra cosa es cómo lo difundes, quién lo difunde y el ruido que genera. He sido siempre partidario de que la educación sea una mirada libre al pasado, contrastando y haciendo atractiva la historia. Lo que no tiene sentido es explicar la historia de Viriato, de los Reyes Católicos o la Guerra de Independencia y cuando se llega al siglo XX tener problemas con la historia de nuestros abuelos y bisabuelos. Tampoco tiene sentido que un mantenedor de unas fiestas se pueda reinventar el pasado diciendo que en ese pueblo ya en la Edad Media se hacían determinadas cosas, aunque no haya documentación, pero tiene problemas con que le digan que ahí asesinaron a un maestro y se oculte esa violencia. La enseñanza o es libre, rigurosa, contrastada, atractiva y tiene empatía con la gente que nunca fue recordada, o no es nada, porque los reyes, las batallas y los grandes acontecimientos ya han sido suficientemente recordados, pero la enseñanza es algo más que transmitir conocimiento.
¿Entonces es un problema de no conocer nuestra historia reciente?
El problema de España es un déficit de historia del Siglo XX, más que una sobreexposición de historia. Hay muchísima gente de 40 años para arriba que no estudió nunca en escuelas e institutos el siglo XX, y vamos a repetir lo mismo, porque cuando tú niegas el conocimiento, la gente que crece en ese momento no obtiene conocimiento fidedigno, lo obtiene de otras cosas. Cuando tú crees que las únicas salidas son las que proporcionan dinero, y que la educación es coger un título para sacar dinero rápidamente, entonces niegas uno de los grandes valores de la educación. Todo reside en la educación, y la educación no es algo con resultados inmediatos, es una cosa que impregna, enseñas a la gente a leer críticamente, enseñas a elegir opciones y no a dar esas opciones de forma ortodoxa.
¿Qué argumentos tienen PP y Vox para justificar esa derogación?
Dicen que es una ley sectaria, pero no atiendo mucho a sus argumentos, a un historiador como yo o gente que llevamos décadas investigando, esa visión de que es una revancha de gente que solo quiere remover el pasado no nos sirve. Y el argumento de que la ley era una ley sectaria porque solo iba en favor de unos tampoco. Yo invito a cualquier persona de Alcañiz o del Bajo Aragón que se vaya a los cementerios, por las carreteras, y que vean qué símbolos hay, alguien ha querido ocultar esa memoria. Mi abuelo también lo asesinaron, pero nadie le pudo conmemorar, nadie lo supo. Esa memoria oculta quiero que salga, pero dicen que se está removiendo el pasado, cuando evidentemente durante décadas solo hubo cruces, símbolos, conmemoraciones, beneficios económicos, jurídicos y políticos de un bando. Lo que está pidiendo el otro bando no es una retribución económica, ni una retribución jurídica, están pidiendo algo que se llama dignidad, dejen que yo recuerde a la gente que hasta ahora no he podido recordar. Desde este punto de vista, en sociedades democráticas, los argumentos son escasos. Si estuviéramos viviendo en Europa del Este estaríamos hablando de sacar a la luz los crímenes del comunismo, aquí tocó franquismo, esa es la realidad, y en la Guerra Civil pasaron muchas cosas, pero después hubo 40 años de una memoria abrumadora. No existen los argumentos válidos desde el punto de vista académico, histórico o biográfico, y los argumentos políticos los elige subjetivamente el partido que gobierna.
¿Y la sociedad cómo se posiciona ante ello?
A mí lo que me extraña es que haya un desprecio por la educación, lo que hablamos los historiadores debería servir para todos los países y opciones políticas, salvo las que no quieren absolutamente ninguna confrontación libre con el pasado. La gente está muy mediatizada por lo que van escuchando, y por supuesto tiene mucha más presencia el político o cualquier tertuliano que un historiador. También hay una descompensación entre la gente que desde la gestión pública usa y abusa políticamente del pasado y los investigadores, no podemos usar nunca la política para adaptarla al presente, qué es lo que hacen. A la gente le gusta que el pasado se adapte al presente, y si no casa con lo que yo quiero, no me interesa. Las heroicidades y los grandes símbolos de la patria interesan mucho, pero las partes más oscuras y sucias del pasado no. Esas partes sucias del pasado, si se ocultan, siempre salen, esa es la enseñanza del pasado, hasta que no se solucionan, siempre salen. Los hijos de la gente asesinada se cayeron, esa misma gente nunca hablaba, los nietos algunos empezaron a hablar, y esto ha pasado en Alemania y en muchos sitios, es internacional, porque el pasado del Siglo XX desde la bomba atómica en Hiroshima al Gulag soviético están conectados. ¿Y qué pasó? Que hubo una quiebra de la civilización, en un momento en el que los países que se creían, como Europa, los más avanzados del mundo, resulta que había campos de exterminio. Fue un shock porque quebró lo que se pensaba que era la civilización cultural más avanzada del mundo.
¿Aquí en el Bajo Aragón Histórico hay algún municipio en el que vaya a haber modificaciones?
Sería estudiar los ayuntamientos, es de quien depende, pero creo que en positivo va a haber muy pocas iniciativas. En negativo, derogar cosas dependerá mucho de la ley estatal. Aunque ayuntamientos que estaban a favor de este tipo de aplicaciones y han cambiado de signo, posiblemente paralicen las iniciativas y quieran borrar algunos aspectos de los anteriores, que es otra cosa que ocurre en España, cuando llegan a una administración, lo que interesa más que construir es a ver si borro lo que ha hecho la anterior. Opino que esa no es la mejor enseñanza para esta gente joven que lo que necesita es algún tipo de esperanza de que la sociedad democrática es bastante mejor que las sociedades en las que hubo violencia.
Leyendo y releyendo toda la entrevista al Sr Julian Casanova, no soy capaz de encontrar palabra o frase o argumento para agradecerle todas las respuestas.
MUCHAS GRACIAS !!
ahora os preocupa el PP y vox si la historia es la que hay no se puede cambiar por mucho que lo intentéis hay que ser neutral en la historia que no empieza en la guerra civil
Todo se reduce al comentario publico, sobre los tullidos en la guerra. Unos eran caballeros mutilados y otros jodios cojos. Ah y en el transporte publico. ponía: Reservado para caballeros mutilados
Hablar de Franco y callar sobre ETA, idealizar la desastrosa segunda República, construir una historia de buenos y malos y mucho, mucho revanchismo y resentimiento, eso es la infumable ley de memoria democrática, una aberración jurídica que solo puede prosperar en un país con historiadores como los nuestros.
Con todos mis respetos hacia usted Sr. Casanova, los historiadores deben de contar la historia real de lo que sucedió. En nuestra guerra individual, de una parte contra la otra, hubo otra guerra civil dentro del frente popular entre anarquistas, comunistas , miembros del Poum etc. Si hablamos de la memoria histórica, hay que sacar a la luz y contar los excesos y barbaridades en uno y otro lado, y tratar de que no vuelva a repetirse de nuevo.
Y con todos mis respetos, usted no es neutral, y si un poco bastante sectáreo. Un cordial saludo.
Pero tu sabes cual es la historia real?
Decirle a un catedratico, profesor internacional, uno de los mejores historiadores de España lo que tiene que contar, es ir de muy sobrado. Seguramente seras el sabelotodo de tu familia, de tus colegas, es decir el tipico enterado que no traga nadie.
Con todos mis respetos hacia este Sr Catedrático de Historia vista desde un bando, la memoria se perderá el día que el último de los que lucharon en alguno de los bandos se muera, no hay mas memoria. Ahí empieza la historia, y hay dos formas de contarla desde la verdad de los hechos de forma neutral o desde un lado de la trincheras donde este señor nunca estuvo, sectaria y partidista y y tergiversada.
Por cierto «listo» tu tampoco sabes mucho de lo que paso en pueblos muy cercanos al tuyo, o en el tuyo, y que nada tiene que ver con actos humanitarios, benevolentes y de comportamiento civilizado. Las ideologías comunistas y anarquistas poco tienen de que presumir de bondadosos actos seguramente se pasaron cincuenta pueblos mas lejos de lo que lo hicieron los del otro bando.
Es muy fácil ser Historiador y contar la Historia que tu ves en tus sueños irreales a veces desde la comodidad de tu despacho después de una noche de diarreas mentales.
Ilustre catedrático Dr Casanova, busque la verdad aunque sea muy dura y cruel y cuéntela aunque la verdad duela.
Pienso que todo esté desencuentro nacional nace de la glorificación de la República, que para la mitad del país fue un proceso revolucionario de manual. Tras la Transición hubo contantes iniciativas para reparar agravios. Ahora bien que dos padres de la guerra civil (de los cuales solo IPrieto pidió perdón por ello en su exilio mejicano) tengan una estatua en Nuevos Ministerios, denotan el revanchismo con el que se acomete este proceso, no carente de sentido común.
ser catedrático no implica el carecer de sesgo ideológico,y en el caso que nos ocupa la ideología política del historidor está más que contrastada. En consecuencia dice bien al afirmar que uno de los objetivos de los historiadores es que e lpasado no pueda borrarse, pero TAMPOCO DISTORSIONARSE . Cuando categoriza diciendo que «la gente cree que el historiador que está décadas investigando e indagando en archivos, lo que hace es opinar» se contradice a sí mismo al añadir «filtra esas investigaciones, que las publica en varios idiomas, que da clases en diferentes países y que además sus investigaciones están bien difundidas» es precisamente en ESE FILTRO donde el historiador abandona la objetividad y en su caso aplica su tendencia ideológica dándole un sesgo político indudable y partidista, en el caso de Casanova indudablemente izquierdista y subjetivo. Entre si quiere a fondo en los archivos oficiales de DARA, desgrane los expedientes de Responsabilidades Políticas, analice y contraste las testificaciones de las viudas, vecinos y familiares de los asesinados en el Bajo Aragón por los Comités de Izquierdas en los distintos pueblos y entonces sí,con OBJETIVIDAD emita su diagnóstico y RECUPERE MEMORIA HISTORICA DE TODOS.
Un magnífico análisis del Sr. Casanova, del que no puedo estar más de acuerdo: educación y memoria para los que se le negaron y siguen negándose.
Es una pena está derogación. Retrocedemos cuarenta años de nuevo con estos nuevos políticos.Ehnorabuna por esta entrevista. Que no nos borren la dignidad.
Es una pena ver comentarios de gente que solo habla por su ideología sin haberse documentado ni haber estudiado ningún archivo .Pero a veces es mejor estar callado y parecer tonto que hablar y demostrarlo.Muy buena tu entrevista Julián en este país hace falta más gente con cultura como tú
La tarea realizada por don Julián Casanova ha sido enciclopédica. Se puede no estar de acuerdo con muchas de sus conclusiones porque, al igual que otros grandes historiadores, su militancia política ha deformado su visión de los hechos, pero creo que su vocación ha sido la de encontrar y explicar los hechos ocurridos. A menudo me falta el análisis de por qué esos hechos fueron posible. Por ello, aprecio su exposición de lo pasado, pero no me parece muy
afortunado para explicar el presente y para guiarnos hacia un futuro mejor.
Felicidades por la entrevista.
Felicidades y gracias al profesor Casanova. Todos los que hablan de revisionismo y querer cambiar la historia, simplemente deberian tener a un familiar asesinado en un cuneta, solo entonces entenderian de verdad la Ley de Memoria Democratica. No se puede entender, que en un pais supuestamente (democrático) despues de casi 50 años, y distintos gobiernos (algunos socialistas) con mayoria absoluta, ocurra esto.