La reforma de la Ley de la Cadena Alimentaria se aprobó la semana pasada en el Congreso de los Diputados. Herminio Sancho, diputado nacional del PSOE por Teruel, ha participado en numerosas reuniones al respecto. Además, como ganadero, ha defendido la necesidad de establecer ciertos cambios en esta Ley, que ahora tiene que pasar por el Senado.
¿Cuál sería su primera valoración de esta reforma?
Positiva, porque es un compromiso que se adquirió con los agricultores y los ganaderos, entre los que me incluyo, y que queríamos sacar adelante. Va a ser muy buena y efectiva para todas las partes, sobre todo para los agricultores y ganaderos, para garantizarles esos precios justos que tienen que tener para poder seguir trabajando.
Yo personalmente estoy contento. He participado en reuniones con sindicatos agrarios y con diferentes eslabones de las cooperativas y he visto realmente la realidad. Vamos a hacer lo posible para que funcione, porque al final será bueno para todos. Nadie tiene que perder mucho, pero algunos perderán para que otros no pierdan tanto como perdían.
¿Cuáles son los principales cambios que establece?
Hay dos cosas que para nosotros eran importantísimas. Por un lado, la prohibición de venta a pérdidas, que garantiza que el precio de venta esté por encima de los costes de producción. Por otro lado, la prohibición de unas relaciones desleales entre las empresas. La Agencia de Información y Control Alimentarios (AICA) va a ser muy contundente con los incumplimientos y las sanciones para garantizar una relación más equitativa entre los eslabones. Lo más importante es que ninguno de los eslabones, en especial el productor que es sobre el que recaían las pérdidas, venda por debajo de los costes de producción.
Hemos escuchado que es una de las reformas que van a marcar el futuro más próximo…
Tengo una gran esperanza en que así sea. Al mismo tiempo que España ha afrontado la reforma de su Ley de la Cadena, también lo ha hecho Francia, y esto nos va a garantizar el éxito de la misma. Todas las partes tienen que acostumbrarse para que esta ley sea efectiva y haya equidad entre los eslabones. Por supuesto, habrá mucha gente que no quiera que funcione. En cuanto a los consumidores, no tendrán por qué pagar un precio mayor. Con la transparencia lo que se va a ver es el precio real. A veces ha habido una variación de productor a consumidor final de entre un 500% y 700%.
Conforme se vayan sumando más países europeos, mayor será el beneficio para el conjunto del sector…
Los agricultores y ganaderos estamos trabajando siguiendo las indicaciones que marca la Unión Europea y que no siempre los productos que vienen de fuera las cumplen, aunque eso sería otra guerra de la que hablar… Al cumplir con estas condiciones que tienen unos costes de producción más altos, ofrecemos una garantía alimentaria. Evidentemente, eso que se nos exige se nos tiene que garantizar por otra parte para que nosotros podamos seguir haciéndolo. Que España y Francia hayan dado un paso adelante lleva consigo que otros países europeos pondrán en marcha este modelo y esto beneficiará siempre al conjunto de agricultores y ganaderos que estamos produciendo cumpliendo la normativa europea.
Las campañas de algunos supermercados hacían alusión a la venta a pérdidas…
Los precios de cara al consumidor eran irrisorios y con ellos se conseguían otras cosas… Hemos tenido en los stands de los supermercados la venta de la leche a 30 céntimos y el coste de producción está en 54 céntimos… Eso realmente lo que está haciendo es romper todos los eslabones y a final al consumidor no le beneficia, porque aunque la leche esté a 30 céntimos, en otras cosas que vaya a comprar lo va a tener al revés. No puede ser que los beneficios de un sector recaigan sobre las pérdidas de otro sector. Eso es inviable, cada sector se tiene que autodefinir para que no tenga esas pérdidas. No puede ser que para el beneficio del sector ganadero tengan que perder los cerealistas o viceversa.
¿Cómo se va a poner esta reforma en marcha? Mencionaba la importancia que va a cobrar a partir de ahora la Agencia de Información y Control Alimentario…
La AICA tiene que supervisar todo. Se le va a aumentar la cuantía presupuestaria para que tenga mucho más poder en la inspección. Tiene que ser contunde y velar por el cumplimiento de la cadena y por evitar la deslealtad entre las diferentes empresas y eslabones. Nosotros mismos tendremos que ser también parte y tener incluso la capacidad de denunciar una venta desleal.
También se va a fortalecer al Observatorio de la Cadena…
Van a poder participar más entes en el Observatorio para llegar a esa transparencia de precios de la mejor manera posible. No va a ser fácil, pero se va a hacer.
¿Cuándo cree que se van a empezar a notar los cambios de manera global?
La reforma llegará al Senado al día 22 de diciembre y, en cuanto esté ratificada, a primeros del próximo año se va a empezar a trabajar. El primer examen se realizará en el sector lácteo, que está pasando por un momento muy crítico con el problema del coste de producción de la leche. En cuanto la AICA vigile la prohibición de la venta a pérdidas y garantice los costes de producción se va a notar rápidamente.
Desde algunas organizaciones de consumidores como FACUA pedían también un etiquetado que informara al consumidor del precio de origen de los productos, en este caso del campo. ¿Considera que podría ser beneficioso?
Podría ser muy beneficioso. Aunque realmente la diferencia entre el coste del campo y la venta final hubiera sido más sorprendente antes de esta reforma, cuando en algunos sectores se aumentaba hasta un 600% el margen. Alguien se hubiera echado las manos a la cabeza. Ahora no tendremos esas oscilaciones tan grandes. A mi todo lo que sea transparencia me encanta, hemos dado un paso muy importante y poco a poco se darán más.
Respecto a otras cuestiones de actualidad, ¿cómo cree que se está tramitando la PAC?
Yo esperaba más de esta reforma. Es mejor que las dos PAC anteriores, pero no colma lo que un servidor, el Gobierno de Aragón o la propuesta de común de Aragón proponía. Los famosos derechos históricos no van a desaparecer y para mí eso sí que distorsiona todo y condiciona un poco el devenir de esta PAC. Aunque refleja la renta de los agricultores y se hayan incluido otros aspectos que nosotros proponíamos, el tema de las referencias históricas no deja de ser un lastre que no hemos sido capaces de quitar.
Vender o no vender «a pérdidas» es una decisión del que vende al que probablemente su decision es la que le conviene por razones que no se mencionan. Pero una decision de este tipo que se lleva a una Ley puede resultar en un perjuicio mayor que su supuesto beneficio. Siempre hay otros que producen mas barato y que por lo tanto expulsaran del mercado a los que sean más caros. Y esto, sin citar la conocida capacidad de nuestros compatriota para la picaresca. Se puede firmar una compraventa al precio de coste, pero añadiendo que según el volumen comprado el vendedor concederá un rápel al comprador. Otro ejemplo típico es el habitual en la industria del automóvil, cuando el comprador de componentes envía un experto a la factoría suministradora para comprobar el coste de producción, que nunca es el que declara el vendedor. Cuando se habla de la leche, ya es sabido que las diferencias de producción de una vaca según su raza, alimentación, sanidad, bienestar, e incluso tecnologías aplicadas, pueden hacer que un animal produzca 3 o 4 veces mas que otro. Y para afinar más el calculo hay que saber cuantos años de producción tiene cada vaca, porque la vida util del animal también es un factor de coste. Mientras la agricultura y la ganadería vivan a base de subsidios, nunca serán suficientemente competitivas. Supongo que el diputado Sancho conoce todo esto mejor que yo.
Saludos