Se invertirán más de 300.000 euros en una reforma integral de la Casa Consistorial para modernizar dependencias.
Garantizar la accesibilidad en calles y edificios públicos es una de las grandes tareas pendientes de muchas localidades. También la de Híjar que comenzará por adaptar el edificio del ayuntamiento.
El Consistorio ha previsto la reforma integral del edificio en la que, además de eliminar barreras, remodelará todas las oficinas y dependencias. El proyecto supone una inversión total de 353.609 euros que se asumirán con fondos propios.
El Boletín Oficial de la Provincia de Teruel del 18 de octubre recoge las bases para que las empresas puedan presentar sus ofertas en el plazo de 26 días naturales a contar desde el día 19. Si los tiempos avanzan según lo estimado prevén que las obras comiencen a final de año y tengan una duración de cinco meses.
Accesible, práctico y funcional
El objetivo de las obras es sustituir los escalones de la entrada principal por una rampa e instalar un ascensor en el interior para acceder a las diferentes plantas. De hecho, el hueco existe pero solo hay escaleras.
En la planta calle se reformarán los Juzgados y la llamada Sala de Juicios se convertirá en un espacio de reuniones y un pequeño almacén. En el primer piso se modernizará toda la parte administrativa, secretaría y los despachos. También habrá reformas en el salón de plenos que dispondrá de un acceso independiente del resto de oficinas. El segundo y último piso, donde antiguamente se encontraban las viviendas del secretario y del personal auxiliar municipal, quedará diáfano para que pueda emplearse como un archivo municipal.
Como fase previa al inicio de las obras y «como recomendación de la arquitecta» se realizaron unas catas en los arcos de la fachada que desde hace años están cubiertos y pintados de blanco. El objetivo era conocer con exactitud qué tipo de materiales hay debajo.
«Nos ha salido desde piedras sillares hasta ladrillo caravista y ladrillo hueco pasando por un arco que no estaba en origen y que lo crearon en la última reforma», explicó el alcalde, Luis Carlos Marquesán.
La previsión es dejar la fachada blanca como ya luce pero los arcos quedarán con una imitación del tipo de ladrillo que había y un zócalo de piedra. «Será en esa zona para que se vea cómo eran antiguamente hasta que los taparon en la última reforma hace 50 ó 60 años», añadió.
El balcón, que cruza la fachada de un extremo a otro, también será reformado. Es una de las piezas clave de la Semana Santa, un periodo que llegará con las obras sin terminar. «Estaremos en la recta final y no habrá problema para que todo discurra como siempre», valoró el edil.
Las instalaciones internas como calefacción, ventilación y aire acondicionado también se modernizarán. «Sin grandes alardes, el objetivo es eliminar barreras arquitectónicas y que sea un edificio práctico y funcional para la gente que trabaja en él y para todos los vecinos», afirmó.
Para ejecutar la reforma se ha presupuestado una cantidad en las cuentas de 2017 a la que se añade el superávit de 2016. El restante se destinará del presupuesto de 2018. El Ayuntamiento está pendiente de la resolución de la solicitud de una subvención a DGA para instalar el ascensor.
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