La Iglesuela del Cid espera terminar la obra de su escuela infantil este diciembre para poderla abrir a principios del próximo año. El plan inicial de tener la instalación lista en septiembre de este año no ha sido posible debido a «varios retrasos» y también a los efectos de la pandemia del coronavirus.
La futura escuela dará servicio a 10 niños y también supondrá la creación de al menos un puesto de trabajo fijo. «Espero y deseo a partir del año que viene poderla abrir. Creo que es una necesidad para que la gente se quede en el pueblo», explicó el primer edil, Fernando Safont.
El Ayuntamiento prevé que para mediados de enero este nuevo servicio pueda estar en funcionamiento aunque también habrá que «salvar» el tema burocrático y obtener las licencias pertinentes. «Aunque la obra esté terminada habrá que obtener la autorización correspondiente por parte del Gobierno de Aragón», puntualizó Safont.
La obra de la escuela infantil de La Iglesuela fue sacada a licitación el año pasado. Se planteó la necesidad de contar con este servicio debido al considerable número de nacimientos en la localidad y la necesidad de las familias de conciliar la vida laboral y familiar. Esta nueva infraestructura habilitada en el antiguo convento de la localidad ha contado con un presupuesto de unos 35.000 euros.
Además de los vecinos de La Iglesuela también podrán hacer uso de esta escuela, si así los ven conveniente, familias de poblaciones cercanas. El funcionamiento se conveniará con el Departamento de Educación del Gobierno de Aragón que será el encargado de contratar al profesor o profesora que estará al frente de dicha escuela. Como indicaron, su apertura supondrá un notable avance educativo para el municipio ya que La Iglesuela también es la sede comarcal de Educación Permanente de Adultos.
Ampliación del Hogar del Jubilado
Otro de los proyectos que se plantea el Consistorio es la ampliación del Hogar de Jubilado, anexionando otro edificio contiguo para crear así un «espacio multiusos» que complemente los servicios actuales. «Nos gustaría hacer ahí una infinidad de cosas. Más habitaciones, más gente y a la par hacer un pequeño velatorio, una sala de juegos, una sala de reuniones, un teatro…, en definitiva un edificio de ocio», explicó el alcalde. Hace tres años el Consistorio compró al Obispado un segundo ala del antiguo convento donde está habilitado el hogar, y pretende rehabilitar esta segunda estructura contigua.
El actual Hogar del Jubilado cuenta en la actualidad con 9 residentes, aunque en algún momento ha llegado hasta los 13. Tiene una capacidad para 16 personas. Actualmente,el centro dispone de comedor, lavandería, sala de estar y varias viviendas tuteladas para los mayores.
Los trabajos consistirían en rehabilitar parte de la estructura que en estos momentos es «una ruina» además de la rehabilitación de las paredes y el tejado. «Sabemos que es complicado desde el punto de vista de financiación pero si restauramos las paredes y el tejado creo que año tras año podemos ir avanzando», detalló Safont.
Uno de los problemas que tiene este servicio prestado a los mayores es que no dispone de homologación oficial, por lo que desde el Consistorio también quieren establecer de forma definitiva la condición jurídica de este centro. «Pedimos al Gobierno de Aragón que nos dé algún epígrafe». De hecho, el centro ha enfrentado varios problemas con la crisis del coronavirus y ya tenido que cumplir las mismas condiciones que las residencias Para enfrentar las necesidades surgidas durante los meses de crisis sanitaria se han creado cuatro puestos de trabajo más, en este momento trabajan tres sanitarias, una limpiadora y una cocinera.