La zaragozana Inés Gil llevaba un tiempo planteándose establecerse en Valderrobres para desarrollar su profesión como graduada en tecnología de los alimentos. La oportunidad le llegó de la mano de Grupo Arcoiris, donde desde hace 1 mes trabaja en la Sociedad para la Industrialización del Conejo -INCO- cuya sede se encuentra en la Ciudad de la Carne. A sus 26 años Inés conocía las oportunidades laborales de Grupo Arcoiris a través de varios familiares cercanos que tiene en La Fresneda y también gracias a compañeros suyos de la facultad que llevan ya tiempo desarrollando sus faceta laboral en el grupo agroalimentario matarrañense. «Inicié mi etapa laboral en Zaragoza. Conocía ya el Matarraña y tras la pandemia me ofrecieron trabajar aquí y la verdad que tras mucho reflexionarlo llegué a la conclusión de que quería establecerme aquí. Estoy muy contenta», explica.
Inés destaca las actividades y deportes que puede llevar a cabo en contacto con la naturaleza así como la cercanía con sus vecinos y compañeros de trabajo. «En ese sentido me lo han puesto todo muy fácil», añade. Gil reconoce que se sorprendió de la tranquilidad que ofrece Valderrobres. Hasta el momento conocía el Matarraña principalmente durante épocas de gran afluencia y valora por ello esa paz.
«Es todo mucho más tranquilo que durante el verano o épocas como Semana Santa», explica. En cuanto a la búsqueda de vivienda explica que tuvo suerte gracias a sus familiares de La Fresneda, pero que en un primer momento fue difícil. «Hay mucha gente en el Matarraña que busca un piso para alquilar, pero no es nada fácil encontrarlo», concluye.