El joven trabajador vecino de Alcorisa que falleció atropellado la semana pasada en el matadero de La Mata de los Olmos tenía «escasa visibilidad» y faltó el «aviso sonoro» de la marcha atrás del camión que lo aplastó. Según la primera ficha del seguimiento del suceso realizada por Inspección de Trabajo hubo un «cúmulo de circunstancias entre las que se pueden encontrar las escasas condiciones de visibilidad de la hora en la que se produjo el accidente (6.30), la visión interior limitada desde la ventana de la puerta del muelle, la falta de aviso sonoro de la marcha atrás del camión y de cámara trasera así como la imposibilidad de oír el sonido de parada del motor vehículo desde el interior de la empresa por el propio ruido del matadero». El caso se encuentra sub iúdice (pendiente de resolución judicial) y aún faltan los informes policiales, forenses y del Juzgado, entre otros.
Según se relata en el documento, el joven se encontraba en la parte interior del muelle nº 2 del matadero de la empresa Toennies Fleisch con la puerta elevadora cerrada y a través de sus dos ventanas observaba cómo el camión situaba la caja abierta junto a la zona de carga del muelle para proceder a introducir la mercancía. Cuando el trabajador creyó que el vehículo había finalizado la maniobra «probablemente por el cúmulo de circunstancias» citadas anteriormente, éste abrió la puerta elevadora del muelle desde el cuadro de mandos interior, y se aproximó al camión. Sin embargo, el vehículo todavía se encontraba en movimiento, lo que provocó que el trabajador cayera desde el muelle hasta el suelo, situado a una altura de 1,19 metros. El conductor no se percató de que el trabajador había caído al suelo, continuó su maniobra marcha atrás, atrapando al trabajador entre el muelle y la caja del camión.
Seguidamente, el encargado de Astazu, la cooperativa subcontratada a la que pertenecía el joven como autónomo, se acercó al muelle desde el interior de la empresa y, al ver que el trabajador no estaba junto a la puerta se asomó y lo vio tendido en el suelo entre el camión y el muelle. En ese momento, gritó al conductor para que parase la maniobra. En el suelo de la zona de interior del muelle, en la que se encontraba el trabajador accidentado al inicio del trabajo, se observa una línea amarilla de señalización, a 1,50 metros de distancia respecto del final del muelle, así como un pictograma amarillo y negro, colocado en la pared situada junto a la línea, que advertía de la existencia de caída a distinto nivel.
Piden que se depuren responsabilidades
El sábado por la tarde la Red de Apoyo Mutuo Alcorisa promovió una concentración en la que mostraron su apoyo a la familia del joven originario de Ghana, «a la que ni el Ayuntamiento ni los Servicios Sociales les llamaron por si necesitaban ayuda». La Red también pidió justicia y que se depuren responsabilidades: «denunciamos las condiciones laborales de las subcontratas que trabajan en el matadero con personas que rotan cada poco tiempo, mayormente africanos y que según nos cuentan las condiciones laborales son pésimas, denigrantes e inhumanas. Se encuentran en una situación muchas veces alegal, son el ultimo eslabón de las cadenas de producción y carecen de muchos derechos».
Apolítico dice
Vaya cuadrillica!!!