Se han producido varios hurtos en Alcañiz y Caspe. Una mujer de 20 años y origen rumano se presenta como asistente social
El territorio está sufriendo una nueva oleada de robos a ancianos en su domicilio por una banda que se hace pasar por personal municipal. Alcañiz ya sufrió la presencia de estos farsantes a principios de diciembre y este fin de semana han vuelto a actuar en la capital bajoaragonesa después de hacer lo propio en las últimas semanas en otras ciudades aragonesas como Caspe o Huesca.
El modus operandi siempre es el mismo: una mujer de alrededor de 20 años de origen rumano se presenta en los domicilios de ancianos que viven solos haciéndose pasar por asistente social del Ayuntamiento. Una vez dentro entretiene al propietario hablándole mientras un compañero se introduce en la vivienda buscando joyas o dinero en efectivo. Para que esta persona no sea vista, se encargan de que el anciano se coloque de espaldas a la puerta principal. Cuando la supuesta trabajadora municipal ve que su compañero se marcha porque ya ha conseguido los objetos de valor, termina enseguida la conversación con el anciano. Ambos son de origen rumano, de tez morena y hablan perfectamente español. La última vez que fue vista la mujer, que mide 1,65 metros y luce media melena castaña, vestía una chaqueta de color azul.
El pasado sábado robaron en dos domicilios de Alcañiz. En ambos casos, los ancianos comprobaron que al marcharse la mujer les faltaban objetos de valor. En Caspe actuaron dos días antes, el jueves. Se produjo un hurto de objetos de gran valor alrededor de las 14.30-15.00 horas y varios intentos a lo largo de la mañana.
Desde la Policía Local se aconseja a los ciudadanos que no abran la puerta a extraños y mucho menos que les dejen acceder al interior de sus viviendas. En caso de ser víctima de este problema, les insta a fijarse bien en la descripción física de la persona para, inmediatamente, denunciarlo. «Que les digan que cuando sepan seguro quienes son, que ya les abrirán», comentan. Ante cualquier indicio o sospecha se aconseja alertar de lo ocurrido por teléfono a los municipales o la Guardia Civil.