El albalatino Javier Bernad, médico residente del Hospital 12 de octubre de Madrid, cierra la primera semana de la sección ‘Diario de un confinamiento’. Nos ofrece sus vivencias desde la capital contándonos de qué manera está desarrollando su actividad profesional durante la crisis del coronavirus.
¿Cómo estás viviendo esta situación?
Con mucha incertidumbre. Es una situación difícil. Las cosas cambian de un día para otro, sobre todo al principio, y en el Hospital son días duros. Todos intentamos dar lo mejor de nosotros mismos pero se viven momentos difíciles. También el llegar a casa, estar solo y no poder salir a distraerte un poco… es complejo. Intentamos llevarlo lo mejor posible, con el apoyo entre nosotros, entre los propios compañeros, y también con el cariño en la distancia de familiares y amigos.
¿Cómo ha cambiado tu rutina de trabajo?
Nos hemos adaptado a la gran cantidad de pacientes que llegan a la urgencia con infección respiratoria y a los que ingresan ya confirmados como Covid positivo. Se ha intentado centrar la mayor parte de la atención en este tipo de pacientes, que son ahora la prioridad. Se han cancelado agendas de patologías no urgentes, se han cancelado muchas cirugías programadas, consultas de revisión o ecografías de control, intentando mantener un hueco para pacientes sobre todo oncológicos y dejando espacio para otras patologías urgentes. Pero sí, el gran porcentaje de la asistencia se dirige ahora a tratar a los pacientes enfermos por coronavirus.
Hace 15 días, ¿se podría esperar que esto ocurriese?
Como he dicho, todo está cambiando muy rápido y eso se debe principalmente al desconocimiento que tenemos todos, aunque cada vez menos. Al principio se dieron muchas medidas, que eran cambiantes, indicaciones incluso contradictorias… pero es entendible. Nos estamos enfrentando a una patología que es nueva para todos. En mi opinión era bastante difícil de prever que llegaríamos a esta situación.
Como comentas se centra prácticamente todo en el coronavirus pero sigue habiendo otro tipo de enfermedades y urgencias a las que atender…
Sí, claro. El Hospital está muy centrado ahora en esto pero por supuesto sin dejar de lado al resto de pacientes. La gente sigue sufriendo infartos en sus casas, sigue habiendo ictus o se siguen operando apendicitis de urgencia y a esos pacientes se les intenta atender de la misma manera que se hacía antes. Sí que es verdad que se ha reducido mucho en la urgencia la patología traumática. Antes gran parte de mi trabajo lo ocupaban politraumatizados, pacientes de accidentes de tráfico o ancianos que salían a pasear y se caían, y ahora hay muchos menos porque la gente está en sus casas. También se ha reducido mucho las personas que acudían a urgencias con patologías no tan urgentes, que podían esperar un poco a consultar con su médico de cabecera pero que decidían acudir por la noche a urgencias. Es decir, se atiende mucho a pacientes Covid positivos, se sigue manteniendo la atención a pacientes con patologías verdaderamente urgentes y graves y ha disminuido mucho la atención de accidentes y otras patologías más leves que no acuden a la urgencia porque están concienciados con la situación.
En Aragón ya se están dando las primeras altas a pacientes con Covid-19, ¿hay que celebrar estas pequeñas victorias?
Sí, por supuesto. Se da mucha trascendencia en estos tiempos a las noticias sobre el número de contagiados, al número de ingresos en UCI o a la cifra de fallecidos, que son datos importantes. Pero creo que en una situación de crisis sanitaria como la que estamos viviendo ahora hemos de aferrarnos también a estas buenas noticias. Datos como ese nos tiene que servir para seguir haciendo las cosas bien y que las noticias positivas sean cada vez más.
¿Cómo valoras los homenajes a los sanitarios y las donaciones de materiales de protección?
Muy agradecido, claro que sí. Respecto a las donaciones toda la ayuda es bienvenida. Ya he visto por Facebook y me han contado que desde el Ayuntamiento de Albalate se está repartiendo material para hacer mascarillas y que la gente está colaborando mucho. Y respecto a los homenajes y aplausos en los balcones… es gratificante saber que aunque eres tú el que se está enfrentando como personal sanitario a una situación difícil tienes detrás a gente que te apoya y que reconoce todo lo que se está haciendo. Mis padres me pasan vídeos todos los días de aplausos en la terraza y veo que sale mucha gente y que se repite en todos los sitios. Yo espero, y aprovecho también para decir, que cuando todo vuelva a la normalidad y sigan las listas de esperas tan agobiantes, las consultas en las que tenemos tan poco tiempo para atender a los pacientes y a veces se enfadan por estar esperando… Espero pues que toda esa gente se acuerde de que en una situación difícil como esta un día salieron a aplaudir a los balcones. Que el respeto y el cariño que sentimos ahora todos los profesionales sanitarios no quede solo aquí y se extienda cuando todo esto pase.