El andorrano Javier González Sediles asumió la presidencia de la Ruta en 2002, después de un año sin dirección. El entonces alcalde de Alcañiz, Carlos Abril, había asumido el cargo representativo puesto que no hubo relevo inmediato para Miguel Franco. González desarrolló varios proyectos dentro de la Ruta. Para él, la Cuadrilla de tambores y bombos es la «razón de ser» de la entidad.
Dio el paso después de un año «desgobernados».
Había transcurrido un año en el que no se hacía nada porque no había presidente. Yo entonces era Vicepresidente del Cristo de los Tambores de Andorra, con Ángel Lorenz, y vi que era un buen momento. Tenía muchos proyectos y tuve la suerte de poder llevarlos a cabo gracias, por supuesto, a la implicación de muchas personas y de todo el equipo que me ayudó. Estuve con Ana Belén Artigas, Ángel Lorenz y Fernando Galve.
¿Cuáles fueron los proyectos más destacados?
Hicimos el vídeo ‘Tierra de tambores’, con el grupo La COMARCA, un documental que se grabó en 2003 y se presentó en 2004. Por primera vez se recopilaba toda la tradición en un mismo soporte. En 2003 organizamos también el primer concurso del cartel anunciador. También organizamos una exposición itinerante con los carteles de los pueblos. Se empezó en 2004 en Urrea y así servía para que la gente conociera los actos y los carteles del resto de pueblos. Con respecto a las Jornadas de Convivencia, instauramos el desfile de alabarderos y penitentes. Fue una propuesta de los propios grupos. En 2008, en Alcorisa, presentamos también los bombones de la Ruta, con el sabor de cada pueblo.
También salieron del territorio para seguir internacionalizando la Ruta.
Sí. En 2004 y 2007 estuvimos en Fitur tocando los tambores y bombos. En 2004 también estuvimos en el programa ‘1,2,3’, que entonces presentaba Luis Larrodera. Fue el pregonero de las Jornadas de la Ruta en Urrea en 2004 y nos invitó. Estuvimos allí en plató un par de minutos tocando. En 2009 fuimos a tocar también a la Feria de Turismo de San Sebastian. A mi siempre me gusta incidir en el papel que juega la Cuadrilla de la Ruta. Aunque la gente que la forma va cambiando, hay un compromiso muy importante en todos los que la integran. Creo que es nuestra razón de ser. Se vuelcan cada año y hacen que la Ruta del Tambor y el Bombo tenga sentido.
Fueron protagonistas en la Expo de 2008, esta vez en casa, en Zaragoza.
Fuimos 400 tambores allí, al gran iceberg. Fue curioso porque se produjeron unas riadas y hubo que suspender la primera actuación. Pero, finalmente, lo conseguimos y fue muy emocionante.
Durante su mandato llegó la declaración de Interés Turístico Nacional, ¿cómo lo vivió?
Recuerdo que hasta 2005, cuando llegó la declaración, estuvimos trabajando muchísimo. Nos costó más de un año preparar el dossier y al final lo conseguimos. Fue muy gratificante. Además, después se usó ese dossier también para conseguir la internacionalización. Ahora ya se ha conseguido la declaración de la Unesco, que es lo más grande. He de decirte que en 2002 ya se empezó a trabajar, también con el Consorcio, para ver cómo podíamos convertirnos en Patrimonio de la Humanidad.
¿Por qué lo dejó?
Los proyectos que me propuse ya los había cumplido, y tampoco tenía ninguno más a la vista. Tenía claro que no iba a estar ahí por estar. Así que di la vuelta entera y en las Jornadas de Andorra, en 2010, anuncié que lo dejaba. Después se presentó Segundo y la verdad es que lo ha hecho estupendamente. Se ha seguido trabajando muy bien y con mucho interés.
Ahora llega Fernando, con quien contaste ya en tu equipo. ¿Estás contento?
Estoy seguro de que Fernando lo va a hacer muy bien. Es un buen amigo que ha trabajado mucho conmigo desde el principio. Es un apasionado de la Semana Santa y está muy involucrado en todo.
¿Cómo vives ahora la Semana Santa?
La vivo muy tranquilo. La verdad es que yo lo de la corbata lo llevaba muy mal. Ahora paso el tiempo con mi grupo, La Seleccionadora, con quienes me pego toda la noche y todo el día tocando. Y si tengo que elegir un acto… par mí Romper la Hora, es impresionante.
Este año hay que conformarse con tocar por la ventana.
La situación es la que es. Además, tenemos la suerte de que somos un grupo vecinos muy tamborileros. Hay uno que toca la trompeta, así que nos da el inicio y todo.