La propietaria de la Torre del Visco, Jemma Markham, es ejemplo de emprendimiento, capacidad de liderazgo, esfuerzo y talento
Acaba de recibor el galardón Mujer del Año 2019 de RelaisChateux, ¿qué supone para usted?
Sentí un orgullo y alegría enorme compartido por todo el equipo. Sitúa el proyecto La Torre del Visco entre los grandes a nivel internacional. Después de casi 25 años se ha visto reconocido el trabajo e inversión continúo. Es un impulso más para seguir a la vanguardia.
¿Por qué cree que han pensado en usted?
El Consejo de Relais Chateaux Internacional elige a la mujer por su continuada ilusión y motivación e implicación personal en su proyecto. En nuestro caso entramos en el 2000 como miembro de Relais Chateux y han visto un proyecto que año a año ha ido a mejor. Con obras, plantilla e identificado con la zona. Refleja la cultura, el patrimonio y la gastronomía del Matarraña.
¿Qué ha hecho especial al proyecto?
Poner en valor con todo lo que ofrece el territorio; paisajes de gran belleza salpicados de pueblos medievales, cultivos mediterráneos y un modo de vida con mucha historia, tradición propia y una riquísima gastronomía que hace 25 años era desconocida. Afortunadamente pronto siguieron otros proyectos familiares de calidad que apostaron por los mismos valores.
¿Al principio se entendió el modelo de negocio?
En sus inicios tal vez el concepto de un hotel en pleno campo al final de una pista de 5.5 kilómetros sin televisión, ni spa, ni gimnasio daba lugar a la pregunta: ¿pero qué van a hacer aquí los clientes? Hoy en día el gran lujo en la hostelería es poder ofrecer esa paz, tranquilidad y paisaje sin tocar por la mano del hombre que se resume en la filosofía de RelaisChateaux: «Hacer un mundo mejor a través de la hospitalidad y gastronomía».
¿Qué importancia tuvo escoger bien el emplazamiento?
Después de casi dos años y 120.000 kilómetros recorridos encontramos este territorio que todavía no tenía identidad turística propia. El emplazamiento lo es todo. Las vistas desde la terraza del hotel son incomparables.
Mañana organiza una mesa redonda 'Mujeres por un mundo diferente', ¿cuál es el objetivo?
Reconocer que en el territorio hay muchas mujeres que con sus iniciativas, perseverancia, ilusión y trabajo han hecho una importante contribución al desarrollo de la zona. Analizar las trabas que se van a encontrar y como superarlas. Esperamos que ayudará a que más personas se animen a emprender su proyecto.
¿Existe ahora más sensibilidad?
Sí aunque hay todavía mucho que hacer en ciertos sectores de la economía. Estoy convencida que la forma más eficaz de conseguir el equilibrio está en la educación. El proceso es lento será la única forma duradera de crear respeto entre ambos.
¿Cuáles son las desigualdades que sufre la mujer rural?
Lo que falta es infraestructura de apoyo a las mujeres que trabajan como flexibilidad de horarios para compaginar su vida laboral y familiar, mejora de conexión a Internet que posibilite el trabajo desde casa y guarderías de calidad y por supuesto, paridad de sueldos.
¿Percibe más problemas en el medio rural que en la ciudad?
No, es un problema generacional pero volvemos a la educación. Hay que enseñar desde pequeños el respeto.
Usted abandonó una gran ciudad y su carrera de directivo de una filial multinacional y como socia de la madrileña librería Turner para abrir La Torre del Visco, ¿por qué no es un cambio que se repite más?
Desde que llegamos ha habido un cambio importante de actitud, el medio rural estaba un poco «despreciado» por los propios habitantes. Ahora hay más jóvenes que eligen quedarse y van llegando poco a poco familias que valoran el aire puro, la tranquilidad y mayor libertad de sus hijos. Todavía faltaría incentivarles con alquileres asequibles, espacios deportivos, banda ancha y menos trabas burocráticas para pymes.
Una gran mujer, un gran ejemplo de persona.
Fue de las primeras empresas en creer en el Matarraña, pionera turística.
Gracias por venir a crear La Torre del Visco en Fuentespalda
Muchas gracias, estimada Jemma, primero por apostar por esta singular comarca y luego por fomentar la calidad, a través de un establecimiento que transmite paz y cultura; sí, porque has sabido nutrir la Torre del Visco de una biblioteca extraordinaria, donde el viajero, después de saborear los mejores platos de la gastronomía del Matarraña, puede disfrutar con una oferta literaria que pocos establecimientos de su categoría, a nivel mundial, pueden decirlo. Mis más sinceras felicitaciones.
Un fuerte abrazo.
Enhorabuena, es un gusto ir a su hotel. El bar-bodega es excelente.