El geólogo fue homenajeado en Alcorisa durante las jornadas sobre geología que se celebran en la localidad
¿Cómo se siente tras ser homenajeado en Alcorisa?
Un poco abrumado, porque no me esperaba este reconocimiento. Si tenía que ser en algún sitio, que mejor que Teruel, una provincia con la que me siento vinculado por nacimiento y por haber dedicado casi toda mi labor investigadora y divulgativa
¿De dónde le viene esa pasión por la geología? ¿Tiene algo que ver ese pequeño pueblo de Cobatillas?
Sin duda. Viví en Cobatillas hasta los cuatro años, pero luego me pegaba allí todos los veranos. Me gustaba andar por el monte y todo el paisaje te entra por los ojos. Las preguntas que te haces y las sensaciones que te producen todas aquellas rocas puntiaguadas, esos pliegues y esas crestas. Lógicamente todo eso es lo que me despertó la pasión por la geología.
En la presentación de las jornadas hablaba de la importancia de ser investigador, docente y divulgador.
Normalmente los investigadores damos clase en la universidad, o en otro ámbitos académicos. Pero luego la sociedad debe recibir algo de los conocimientos que vamos adquiriendo. Al final, este tipo de jornadas permiten transmitir a la sociedad estos conocimientos y de una forma en que se puedan comprender.
Estamos ante unas jornadas que además de divulgación, apuesta por la defensa del patrimonio geológico.
¿Realmente valoramos todo lo que tenemos en Teruel?
Estamos lejos del ideal, pero hemos dado muchísimos pasos en los últimos 25 años y los hemos dado más rápido que en otros sitios. Así que en ese sentido somos pioneros. El patrimonio geológico y paleontológico de Teruel se valora y se conoce cada vez más.
Hace unos años participó en la elaboración de un manifiesto para una Nueva Cultura de la Tierra. ¿En qué se basa ese documento?
La geología no puede ser solo una ciencia al servicio del desarrollo, entendido como producción. Tiene que ser una ciencia al servicio de una relación amistosa con el planeta. Eso significa aprovechar de manera racional sus recursos, pero también cuidarlo, protegerlo y evitar que se deteriore. La Tierra se e quedará, pero los que podemos perder somos la raza humana.