Mas de 80 personas asistieron este sábado a la presentación de la nueva obra de Juan Manuel de Prada. El escritor estuvo acompañado durante la sesión, que tuvo lugar en el salón del Castillo del Compromiso, por Amadeo Barceló y Jesús Cirac. Entre los tres trazaron una interesante conversación sobre Ana María Martínez Sagi que resultó muy interesante para todos quienes asistieron a este evento cultural. El autor leyó incluso un par de poemas de la catalana, demostrando la importancia de un personaje que trata de sacar del olvido.
¿Quién fue Ana María Martínez Sagi?
Ana María Martínez Sagi es una especie de meteoro que cruza toda la historia del siglo XX. Es una mujer que alcanzó la celebridad y que luego cayó en el más absoluto olvido. Una mujer llena de plurales talentos, porque fue poeta, reportera, deportista, pionera del feminismo… Sin embargo, todos esos talentos desembocaron en una vida trágica y en el olvido más absoluto, que es de donde intento rescatarla con esta obra, ‘El derecho a soñar’.
¿Por qué es importante conocer su historia?
Su historia, de alguna manera, es como un emblema del siglo XX. Tiene todas las luces y todas las tinieblas del siglo XX. Es una mujer que vive en primera fila, en vanguardia, grandes acontecimientos históricos. Una mujer que es protagonista en los años de la II República, que es pionera en muchas cosas, que luego se va como reportera a los frentes de guerra, al frente de Aragón, que se tiene que marchar al exilio y que vive los durísimos años de la ocupación alemana en Francia durante la Segunda Guerra Mundial. Una mujer que se dedica a los oficios más variopintos, desde pintora callejera hasta cultivadora de flores aromáticas, es también profesora en una universidad en Estados Unidos… Vivió un exilio variopinto y de una diversidad de paisajes y de vidas increíble.
¿Y qué tiene que ver Caspe en todo esto?
Cuando ella decide trabajar como corresponsal, como reportera durante la Guerra Civil, se viene con las columnas de milicianos a Aragón. Entonces recorre diversas localidades del Bajo Aragón durante los meses de agosto y septiembre. Entre esas localidades está Caspe. Aquí tiene ocasión de contar muchos de los acontecimientos de esas primeras semanas de la guerra en Caspe, que fueron tan terribles. Luego, posteriormente, a comienzos del año 1937 ella viene como redactora y como fotógrafa para el diario Nuevo Aragón, que va a ser el órgano oficial del Consejo de Aragón mientras existió, hasta su disolución en agosto del año 37.
Este personaje ha despertado mucho interés entre los vecinos de la Ciudad del Compromiso...
Así es, algo que yo agradezco mucho a los caspolinos. La verdad es que tenía un compromiso con Caspe desde hace tres años, cuando vine a presentar una antología poética y periodística de Ana María Martínez Sagi. Les prometí que cuando escribiera esta biografía vendría de nuevo a Caspe, y así lo he hecho. La verdad es que Ana María Martínez Sagi es un personaje muy atractivo que está ligado a uno de los periodos más intrigantes y apasionantes de la historia de Caspe, la Guerra Civil.
Durante la presentación ha leído un poema de la autora sobre un miliciano muerto en Caspe que ha logrado enmudecer la sala...
Ella tiene una vida espectacular que daría para 20 temporadas de una serie de televisión, pero eso no nos debe hacer olvidar que es una extraordinaria poeta que está a la altura de los mejores de su generación. Es una mujer que podría figurar en las antologías al lado de Alberti, Cernuda o Lorca. Es una mujer con unos poemas estremecedores y de una emoción difícilmente superable. Entonces, es normal. La gente no se espera unos poemas de esta calidad y la gente se queda prendada de esta belleza.
¿Por qué no se la recuerda como debería?
Hay razones históricas y razones personales. Respecto a las primeras, el duro exilio: 40 años fuera de España, y una vuelta en donde no es acogida con la hospitalidad que merece. ¿Por qué? Por diversas razones: por ser mujer, por llevar mucho tiempo fuera, etc. Y luego hay razones personales. Ella rompe con su familia por motivos políticos, rompe con muchos escritores de su generación… Eso hace que en torno a ella se cree un vacío tal que cuando vuelve a España nadie quiere saber nada de ella.
'El derecho a soñar’ se ha presentado ya en varios lugares. ¿Cuál es el recorrido que está teniendo?
Es una obra para minorías en el sentido de que es una obra muy literaria. Son 1.700 páginas, pero está teniendo una recepción estupenda. Lo he querido presentar en las ciudades que están ligadas a la vida de Ana María Martínez Sagi: Barcelona, Mallorca, Madrid y, por supuesto, Caspe, que es el lugar donde ella vive quizá sus años más trepidantes y al mismo tiempo más duros.