Carlota Alonso, quien estuvo de junio a noviembre en Alcañiz, ha sido la primera de su promoción
Una de las tres juezas que han pasado en un año por el caso del triple crimen de Andorra, la zaragozana Carlota Alonso Benito, ha recibido de manos del rey Felipe VI la Cruz de San Raimundo de Peñafort al ser la número uno de su promoción. El reconocimiento ha tenido lugar en la sede de la Real Academia Española de la Lengua durante la entrega de despachos a la 68 promoción de la carrera judicial a 63 nuevos jueces (40 mujeres y 23 hombres), un acto que habitualmente se celebra en Barcelona pero que en esta ocasión el Consejo General del Poder Judicial (CGPJ) ha decidido trasladar a Madrid con motivo del 40 aniversario de la Constitución.
La joven de 26 años tomó posesión de su puesto al frente del Juzgado de Instrucción número 2 de Alcañiz a finales de junio después de que Sara Cristina García Casanova, quien comenzó la instrucción, se trasladara al juzgado de Menores de Teruel tras 14 años en el Bajo Aragón. La juez estuvo en la capital bajoaragonesa hasta noviembre. Desde entonces es Sonia Muñoz Gracia la nueva titular del Juzgado. Entonces asumió, entre otros muchos casos, el triple crimen de Andorra y el de la farmacéutica Defabar de Alcorisa, ambos en pleno proceso de instrucción.
En una entrevista en Heraldo de Aragón, la zaragozana asegura que el proceso de instrucción del triple crimen es «como cualquier otro, aunque evidentemente es algo distinto porque había víctimas». «Pero es la labor de todo juez. En un juzgado mixto, como el de Alcañiz o el de La Almunia de Doña Godina (en el que está actualmente), prestamos funciones en primera instancia, en el ámbito civil, en la instrucción con la investigación de los delitos, llevamos el registro civil, con todo tipo de instrucciones o expedientes y celebramos bodas. Hacemos un poco de todo», afirma en la entrevista.
MARIA DE LOS ANGELES MONTAÑÉS dice
Una pena que buenos profesionales estén tan poco tiempo en nuestra tierra…
Juanje dice
Bueno, si te refieres con “nuestra tierra” exclusivamente al Bajo Aragón, estoy de acuerdo contigo; una pena.
Pero esta juez, pudiendo elegir destino en cualquier lugar de España, ha decidido quedarse en Aragon. Y es una muy buena noticia para todos el que los mejores se vayan quedando, motu propio, en nuestra tierra.
¡A ver si cunde el ejemplo, y, a ver si Aragón es capaz de apoyar y motivar a los mejores jóvenes que salen de su cantera!
No a los más obedientes, sino a los mejores. Ahí está el futuro.