Desde el Justiciazgo califican el Informe de 2020 excepcional, «como fue la anualidad para la sociedad en su conjunto e igualmente para esta Institución». Se refleja en el inicio del documento, donde en sus consideraciones generales, que abren por primera vez el Informe Anual, lo describe como un «annus horribilis sed non in albis«. Esto es, un año nefasto por la crisis sanitaria y social, pero no en blanco, ya que el Justiciazgo no ha suspendido o ralentizado sus funciones. «Más bien al contrario, ya que a estas se han sumado todos los expedientes e informes relativos a las consecuencias de la pandemia», recalcan.
Una de las primeras conclusiones «claras» de 2020 es que la pandemia «ha aumentado las desigualdades«, y que «muchas personas que nos han consultado en este año nunca habían solicitado la atención del Justicia de Aragón». Se gestionaron más de 2130 expedientes, 1.669 de nuevo inicio, de los cuales muchos de ellos agrupan a numerosos ciudadanos.
Se atendió a más de 3.000 personas, además de emitir 230 resoluciones (una treintena menos que el año anterior), de las que 115 han sido aceptadas, 23 aceptadas parcialmente, 24 no aceptadas, 15 no han tenido respuesta y 53 están en tramitación.
Personas mayores
La crisis sanitaria y su gran incidencia en las personas mayores obligó a la institución a realizar una serie de informes y consideraciones con el fin de aportar propuestas de mejora en varias materias. Entre esos documentos destaca el Informe sobre las Residencias de personas mayores en Aragón durante el estado de alarma por el Covid-19, que surgió como fruto de las conclusiones de la Mesa del Justicia sobre la Soledad no elegida de nuestros mayores y ante el dramático hecho de que el 80% de los fallecidos fueran personas mayores en residencias.
Además, el Justicia recordó la puesta en marcha durante el verano del denominado Observatorio sobre la Soledad en Aragón, fruto del convenio firmado con el Departamento de Ciudadanía y Derechos Sociales y cuyos órganos ya están en activo. No obstante, también destacó que su funcionamiento se ha visto condicionado por el devenir de la pandemia.
Sanidad, Educación, Empleo…
Las materias predominantes en las quejas recibidas este año –tal y como indicó Ángel Dolado, el Justicia, en los micrófonos de Radio La Comarca- han sido los ERTE, los sistemas de cita previa y acceso electrónico a las administraciones, las «discordancias» entre el Ingreso Aragonés de Inserción y salario mínimo vital o la tramitación de ayudas al alquiler social.
En materias como Educación se han visto más evidenciadas las diferencias sociales y geográficas. El método telemático ha puesto de relevancia las desigualdades entre personas que no pueden acceder a esta tecnología por no disponer de recursos y entre las que habitan en zonas con cobertura y sin ella. En Sanidad, a las «quejas que se registraban sobre la falta de facultativos especialmente en el medio rural«, se suman otras como la dificultad para contactar por teléfono con el centro de salud o la no presencilidad de las consultas, entre otras.
Ángel Dolado fue recibido esta semana por el presidente de las Cortes de Aragón, Javier Sada, en el tradicional encuentro que abre la tramitación de este documento ante el legislativo aragonés. En próximas fechas se elevará a sesión plenaria extraordinaria para su presentación y debate por parte de los grupos parlamentarios.