El Consejo de la Cámara de Cuentas de Aragón ha aprobado el Programa de fiscalización para 2020 que prevé la realización de 19 informes. Incluye las prioridades expresadas por las Cortes de Aragón, informes a iniciativa propia de la Cámara de Cuentas y los trabajos que han de hacerse de manera obligada en cumplimiento de la ley. Estos son la fiscalización de la cuenta general de la Comunidad Autónoma y de las principales administraciones locales.
Además de estos informes de obligado cumplimiento, desde la Cámara de Cuentas adelantan que también fiscalizará «de manera específica» a los Ayuntamientos que no rindieron sus cuentas en el pasado ejercicio, entre ellos, Castelnou. La localidad era una de las cinco que aparecía en el Informe de fiscalización del sector público local aragonés correspondiente al ejercicio 2017, incluido en el Plan de fiscalización del año 2018 que la Cámara hizo público en septiembre. A pesar de ser el único pueblo de Teruel en no presentar la cuenta en tiempo, sí lo hizo fuera del plazo. Es por eso, que confían en que este incumplimiento no tenga mayores repercusiones y la localidad salga de esta lista negra que integra desde hace años ya que no presenta las cuentas desde 2010.
Desde el Consistorio se achacó la situación a la «inacción del anterior secretario» que compartían con Samper de Calanda desde donde en su momento también se mostraron quejosos con su labor. También se fiscalizará de forma específica a La Vilueña y Munébrega, en Zaragoza; y Valle de Hecho y Valle de Bardají, en Huesca, poblaciones que tampoco presentaron las cuentas. En general, -añaden-, se fiscalizará la implantación y gestión de la administración electrónica en las entidades.
Otros informes
Para 2020 también se auditará el Instituto Aragonés de la Juventud, la sociedad municipal Zaragoza Vivienda (2017-2018) y analizará las líneas de apoyo financiero y concesión de préstamos a empresas por parte de la sociedad pública SUMA Teruel (2016-2018). Respecto a la Universidad de Zaragoza y además de la cuenta general de 2018, los auditores de la Cámara analizarán el grado de implantación de la contabilidad analítica y harán seguimiento de las recomendaciones a la institución incluidas en informes precedentes.