A pesar de la amenaza de las lluvias y de la falta de mano de obra al comienzo de la recogida, los resultados son positivos
Más de 5 millones de kilos de cereza se han recogido durante la campaña en el Bajo Aragón-Caspe. Una cifra que los distintos agentes implicados barajaban antes de que comenzase este periodo. Ha sido una temporada buena para esta fruta según los agricultores y colectivos del campo, a pesar del peligro de tormentas y de la falta (en momentos puntuales) de mano de obra.
La campaña de la cereza, la fruta más temprana, ahora finalizada, comenzó antes de tiempo, a finales del mes de abril. En cuanto a la producción de este año de la cereza, ha sido tal como se preveía: se han recogido más de 5 millones de kilos de esta fruta, una cifra similar a la de años anteriores. «Ha bajado la producción en unas variedades y se ha mantenido en otras. Las tempranas han sido las que mejor han salido, mientras que en el caso de las tardías se ha perdido más», explica Javier Nicolás, Alcalde de Chiprana. La cooperativa de este municipio llega a recoger medio millón de kilos de cerezas. En Caspe, rozan los 5 millones.
El tiempo ha sido otro de los factores clave, ya que un alto porcentaje de la cosecha se pierde por las precipitaciones, sobre todo los primeros días con la fruta temprana, que es la más frágil. A pesar de la amenaza de lluvias durante las primeras semanas, que fueron más o menos intermitentes, y que dejaron en suspensión el trabajo de los temporeros los primeros días de campaña, los agricultores están contentos con el resultado y han afirmado que la cereza temprana no se ha visto seriamente afectada.
Mano de obra
La principal incidencia de este año ha sido la falta de mano de obra. Durante los primeros meses de la campaña de la cereza, los empresarios notaron una falta de personal que aumentó el tiempo de recogida de esta fruta. «Este problema, que duró unas pocas semanas, no afectó de forma importante en la producción, y se pudo sufragar rápidamente con la llegada de más temporeros», explican desde UAGA-COAG en la comarca del Bajo Aragón-Caspe.
El gran volumen de trabajadores temporales hace complicado prevenir contratos fraudulentos y garantizar las condiciones laborales de los mismos. El principal problema que sufría este territorio era la existencia de infraviviendas. «Se han encontrado algunas casas de este tipo, pero el porcentaje es muy bajo si comparamos con años anteriores», asegura el director del centro de Servicios Sociales, Alfredo Maranillo. «La Policía Local ya se ha encargado de solucionar estos casos puntuales, además, desde la comarca se ha llevado a cabo un plan de acogida con el objetivo de mejorar las necesidades de algunos trabajadores».
En plena campaña frutícola
El inicio de la recogida de la cereza conlleva el comienzo, a su vez, de la campaña frutícola, que durará previsiblemente hasta el mes de octubre. La siguiente fruta a recolectar es el albaricoque, la nectarina y el melocotón. Esta actividad supone para la comarca del Bajo Aragón-Caspe la llegada de unos 3.000 temporeros, que supondrán unas 7.000 contrataciones.
La Comarca del Bajo Aragón-Caspe es una de las zonas de Aragón que más inversión consigue gracias a esta actividad agraria. Caspe, Chiprana y Maella, localidades donde se vive intensamente la campaña, cuentan con un gran volumen de propiedades de fruta en su entorno.