El objetivo es llegar hasta un 65% en la población de más de 65 años y más de un 40% en los trabajadores sanitarios
La campaña de vacunación contra la gripe comenzó el lunes 29 de octubre y repartirá un total de 260.000 dosis en toda nuestra comunidad autónoma, con un coste total de 985.920 euros. Está dirigida a los grupos de riesgo, formados por los mayores de 65 años y por aquellas personas que, independientemente de su edad, presenten alguna patología como enfermedades pulmonares, cardiovasculares o metabólicas.
La gripe es uno de los procesos con mayor incidencia entre la población aragonesa. Es por eso que Francisco Javier Falo, Director general del Salud del Gobierno de Aragón, insistió en la necesidad de tomar precauciones. «Las dos maneras de hacerlo son las medidas de higiene y la vacunación, que es un elemento fundamental para reducir la mortalidad y las complicaciones en la gripe», aseguró.
Además de aquellas personas incluidas en los grupos de riesgo, se recomienda de igual manera la vacunación a mujeres embarazadas y a personas que pueden transmitir la gripe a personas de alto riesgo, como es el caso de profesionales sanitarios, trabajadores de instituciones geriátricas, cuidadores principales de estas personas y otros grupos como trabajadores de explotaciones avícolas y porcinas o en contacto con aves silvestres.
Además, este año se han incluido nuevos colectivos a los que se les recomienda la vacunación. Es el caso de las personas celiacas, los afectados por fístula de líquido cefalorraquídeo y aquellas que tengan diagnosticada una enfermedad inflamatoria crónica.
Para acceder a la vacuna solo hay que solicitar cita en un centro de salud, no obstante no todas aquellas personas incluidas en un grupo de riesgo lo hacen. La campaña del año pasado tuvo una cobertura de 54,4% en los mayores de 65 años y un 18% en el grupo de los sanitarios, según datos facilitados por el Gobierno de Aragón.
Esto se explica de acuerdo a varias causas. En primer lugar que las personas que presentan una enfermedad crónica no se perciban a sí mismas como colectivos de «riesgo» por convivir con esa enfermedad de manera cotidiana, como sería el caso de los celíacos por ejemplo, pero no es la única razón. «En nuestro país tenemos un extremo del que podemos vanagloriarnos que es la coberturas de vacunaciones infantiles, (…) y sin embargo el otro extremo es la escasa percepción de que podemos protegernos con las vacunas también de adultos», indicó Falo.
El objetivo en esta ocasión llegar hasta un 65% o más en la población de más de 65 años y más de un 40% en los trabajadores sanitarios, para lograr evitar la transmisión de la gripe a los pacientes y como medida de protección personal.
La campaña finalizará el 14 de diciembre, aunque seguirá estando disponible en los centros de salud hasta finales de febrero.