La actuación es una medida compensatoria por la construcción del embalse de Mularroya
La Confederación Hidrográfica del Ebro (CHE), organismo que se encuentra adscrito al Ministerio de Agricultura y Pesca, Alimentación y Medio Ambiente, sacó ayer a Información Pública el proyecto de adecuación para la protección de avifauna con impacto en el Matarraña. En concreto, se va a proteger el entorno de la línea eléctrica de alta tensión que va desde Peñarroya a las Granjas de Arsis en Monroyo, según se recogió en el Boletín Oficial del Estado de ayer.
Esta actuación se encuentra enmarcada entre las incluidas como medida compensatoria por la construcción del embalse de Mularroya en Zaragoza, en el proyecto de Declaración de Impacto Ambiental de la presa.
Todas las personas interesadas en conocer más acerca de la adecuación dispondrán de un plazo de 15 días para consultar y presentar las alegaciones u observaciones que estimen pertinentes al documento. En dicho documento se incluyen las obras que se deben ejecutar para dar cumplimiento a las medidas compensatorias a la afección a la Red Natura 2000 contempladas en la Declaración de Impacto Ambiental.
Este proyecto se une al destinado a adecuar las líneas eléctricas en la ZEPA «Desfiladeros del río Jalón», que también se encuentra en período de tramitación actualmente. Cabe destacar que en ambos casos las líneas de alta tensión objeto de esta adecuación son propiedad de particulares, si bien en las medidas compensatorias se incluyen también acciones en otras líneas. Estas acciones, al desarrollarse en líneas propiedad de distribuidoras eléctricas, se enmarcarían en convenios con dichas empresas.
Junto con la intervención en las líneas de alta tensión, destinadas a evitar la colisión y electrocutación de las aves, existen otras medidas correctoras, compensatorias y de vigilancia ambiental que se han recogido en el proyecto de obras complementarias del embalse de Mularroya, que actualmente se encuentra en tramitación.
Un mal endémico
La solución que se aplicará en el Matarraña supondrá un alivio para la avifauna. Cabe destacar que cada año mueren electrocutadas 33.000 aves en los más de 240.000 postes de electricidad que hay ubicados por la geografía española. Las líneas de alta tensión suponen la principal causa de muerte de especies en peligro de extinción como el águila imperial o el águila perdicera. El Gobierno obligará a las eléctricas a pagar por las aves muertas.