Los trabajos de mejora en los caminos rurales afectados por la borrasca Gloria comenzarán en los próximos días con el Plan de emergencias según se anunció ayer en el pleno de la DPT. Se trata de un plan extraordinario destinado a atender las actuaciones urgentes por tratarse de únicos accesos a masías o casas habitadas, granjas o instalaciones municipales.
Se destinan 150.000 euros, que complementan el millón de euros que se dedicará este año a la mejora de caminos rurales. «Si es necesario complementarlo haremos las modificaciones presupuestarias correspondientes para dar servicio a los ayuntamientos, en los caminos rurales y en otras infraestructuras como la vía verde la Val de Zafán», dijo el vicepresidente, Alberto Izquierdo. Transcurrido el plazo de presentación de solicitudes por parte de los ayuntamientos y tras la valoración de los técnicos de la Diputación, han comprobado que, de las actuaciones urgentes, algunas han sido atendidas por los propios consistorios y otras por los equipos propios de la DPT. Con los medios extraordinarios que se contratarán a través de la empresa pública Tragsa se atenderá una veintena de incidencias, además de reforzar la limpieza ordinaria de los caminos más afectados.
Dentro del Plan de Emergencias se contratarán tres equipos a través de Tragsa -cuatro retromixtas, dos giratorias y tres camiones-. Trabajarán alrededor de un mes y medio. Dos comenzarán a trabajar a partir de la próxima semana en el Matarraña y otro se destinará a actuaciones en Cuencas Mineras, Bajo Martín y Andorra-Sierra de Arcos. Con estos equipos se pretende realizar sobre todo los trabajos de movimientos de tierras en aquellos caminos de uso habitual y que están intransitables.
Los equipos extraordinarios se completan con otros tres formados por motoniveladora y rulo que se repartirán entre el Matarraña, el Maestrazgo, Cuencas Mineras, Alto Jiloca y Bajo Martín, que permitirán mejorar el estado de los caminos que no están cortados pero sí han quedado en mal estado.
Andorra clausura su iglesia
Andorra ordenó este jueves la clausura de su iglesia después de los últimos desprendimientos en el interior. Varios cascotes cayeron sobre los bancos en ese momento vacíos de personal. Hace unos meses el Ayuntamiento intervino en algunas tejas pero tras la borrasca, una vecina alertó de la presencia de una grieta en el tejado. Con Semana Santa cerca, desde el Consistorio urgen al Arzobispado que revise los daños y actúe antes de que empeore la situación.