La localidad matarrañense celebró su 31 edición con más de 50 expositores
La 31ª edición de la Feria de Olivo y el Aceite de Calaceite consolida a la localidad matarrañense como un referente dentro de la industria oleícola reuniendo en un fin de semana, entre más de 50 expositores, a las almazaras más destacadas del territorio así como una muestra de maquinaria agrícola, degustaciones, catas y charlas específicas del sector. En definitiva, un sin fin de actividades que giraron en torno al olivo y su fruto, muy venerado dentro y fuera del territorio.
El buen tiempo y el puente de San Jorge se convirtieron en los aliados perfectos para que cientos de visitantes se acercaran durante el pasado sábado y domingo a visitar y comprar en los expositores así como a realizar turismo entre los rincones de uno de los «Pueblos Más Bonitos de España». El primer día los establecimientos hoteleros ya habían colgado el cartel de completo. «La afluencia de visitantes que caminaban por Calaceite ha sido constante. No había sitio por las calles», expresó con asombro José María Salsench, alcalde de la localidad.
A pesar del éxito de participación, la celebración de la feria llega en un momento agridulce para los productores de aceite puesto que, aunque los precios se han podido salvar, la campaña se ha cerrado con un 30% menos de producción debido a la sequía que ha asolado al territorio durante el último año, como declaró Alfredo Caldú, presidente de la Denominación de Origen de Aceites del Bajo Aragón. Dentro de las horas bajas, la parte positiva ha sido que la merma no ha afectado a la calidad del fruto que, afortunadamente, como coincidieron los productores presentes en los expositores, no se han producido hongos ni ataques de mosca. La calidad, los precios y las últimas lluvias rodearon de más optimismo el cierre de la campaña haciendo sentir un año más orgullo a las almazaras que ofrecieron a los visitantes un aceite de gran calidad. «Este año hemos obtenido un 90% de aceite de oliva virgen extra», explicó Gabriel Alcober, de la almazara Hermanos Alcober e Hijos.
Además del protagonismo de los productores oleícolas, la feria, inaugurada por el senador Miguel Ángel Estevan en una multitudinaria mañana de sábado, acogió diversos actos dirigidos a todas las edades. La introducción a la cata de aceite para los más pequeños fue uno de los momentos que desde la organización se preparan con mayor cariño puesto que, como declaró Salsench, es importante que la juventud comprenda la «cultura del aceite» sobre la que la que se erige la localidad para poder avanzar y mejorar en el futuro.
Los alumnos de la escuela de música pusieron el toque musical al evento que, un año más brilla de manera especial gracias a la implicación de todos los calaceitanos. Muestra de ello fue la Asociación de las Amas de Casa, los Quintos y la Asociación de Jóvenes.
Premio al mejor aceite
Uno de los momentos señalados de la feria tuvo lugar el domingo con el certamen que designó a los mejores aceites según su variedad. La Cooperativa del Matarraña recibió la mejor calificación en ambas variedades, empeltre y arbequina. En la última variedad la plata fue para la almazara con sede en la localidad Mas de Flandí y el tercer premio para la Escuela agraria de Gandesa (Tarragona). En la empeltre, los tarraconenses se hicieron también con el bronce y los Hermanos Alcober lucieron con orgullo la plata.